En una entrevista con Agustín Raimondo en El Show del Desayuno por CADENA COOL, la candidata a concejal por el Frente de Izquierda Unidad, Luana Simioni analizó la actualidad del país, se refirió a su candidatura de lo que serán las próximas elecciones legislativas del 7 de septiembre y puso el foco en la recolección de residuos de la ciudad de La Plata a cargo de la empresa ESUR.
En este marco, Simioni denunció que ESUR “se lleva el 25% del presupuesto municipal” y que, pese al enorme volumen de recursos públicos, los barrios platenses conviven con basurales a cielo abierto y un servicio que no llega a cubrir todas las zonas. “Era la vieja 9 de Julio que operaba desde la dictadura, después pasó a llamarse ESUR y siguió su concesión hasta ahora”, recordó.
Según explicó, la empresa recibe alrededor de 5.700 millones de pesos mensuales , unos 191 millones por día, pero los vecinos “siguen viendo que su cuadra es una mugre”. A su vez, Simioni sostuvo que, lejos de tratarse de un servicio eficiente, lo que persiste es un “negociado de décadas” que ningún gobierno municipal se ha animado a revisar.
En este marco, la concesión, que vence en 2026, ya fue renovada sin cambios, lo que garantiza la continuidad del monopolio: “Opera desde el 81-82, desde fines de la dictadura, y la concesión la tienen solo ellos. No hay otras empresas, sin auditoría, sin control, hacen lo que quieren”, advirtió.
Para Simioni, la situación es insostenible no solo por el costo millonario y la falta de control, sino también por la precarización laboral que complementa al servicio. “ESUR no hace toda la recolección, se complementa con laburo municipal precario, con cooperativistas que van detrás del camión de basura... ni siquiera hace la recolección completa”, denunció.
La candidata subrayó que el esquema actual combina tres problemas: monopolio empresarial, ausencia de auditorías y precarización de trabajadores. Por eso reclamó frenar el contrato y auditar de manera urgente la concesión: “Esto es un negocio, un negociado de décadas, que hay que terminarlo mínimamente auditarlo, mínimamente frenar el contrato y decir: ‘auditemos esto’”.
Es preciso mencionar que, la candidata de izquierda vinculó este modelo con una lógica más amplia de gestión municipal basada en salarios bajos y servicios privatizados que no resuelven las necesidades populares.
“El superávit municipal se construye sobre salarios de indigencia y contratos millonarios como el de ESUR”, resaltó en línea con su propuesta de que tanto el transporte como la recolección pasen a ser servicios municipales con participación de trabajadores y usuarios.
Por último, insistió en que discutir la concesión de ESUR no es un detalle técnico, sino un eje central en la política de la ciudad: “Mientras los vecinos pagan con sus impuestos un servicio millonario, el negocio sigue en manos de la misma empresa de siempre. Es hora de ponerlo sobre la mesa y de terminar con este monopolio”.
