Gimnasia ganó un partido de locos al derrotar 1-0 a Atlético Tucumán en el Bosque, con el tanto en contra de Damián Martínez, y cortó así la racha de derrotas consecutivas. Y el entrenador albiazul, posteriormente, en conferencia de prensa destacó el resultado por sobre las formas, considerando que el equipo no pudo aprovechar el hombre de más durante buena parte del encuentro e incluso terminó sufriendo.
"Sabíamos que teníamos que ganar. La victoria nos volvió a dar esperanza, para fortalecer las cosas buenas. En el primer tiempo fuimos superiores pero no lo pudimos concretar y estuvimos amenazando. Estamos muy contentos porque esto nos mantiene la ilusión", resaltó en primer lugar, en el inicio de su conferencia de prensa. "Se valora porque en el fútbol argentino es todo muy difícil", agregó.
"Hasta a los equipos más importantes les cuesta cuando ganan", añadió en ese sentido y respecto a las flaquezas afirmó: "Tenemos que ser más inteligentes y les pasa a todos creo que cuando estás tan urgidos, hay una ansiedad lógica". Por ello, eligió ver el vaso medio lleno y expresó: "Agarrémosnos de lo bueno. Porque el partido fue de ida y vuelta y yo no quiero eso. No tuvimos inteligencia, fallábamos en los duelos y empezamos a padecer el partido. Hay que corregirlo".
"Veníamos de dos derrotas seguidas. No sé si merecidas, pero caídas en sí. Y lo más importante es que los muchachos entregaron el alma hasta el último minuto para lograr la victoria", cerró sobre ese asunto y a la vez hizo autocrítica por las modificaciones y reconoció que "el cambio táctico de poner los cinco en el medio no terminó funcionando".
Por otra parte, respecto a la atípica circunstancia de jugar a media luz, admitió: “Nosotros no queríamos que se postergue, sí terminar de jugar y esperar el tiempo que sea necesario. No especulamos en nada". Finalmente, de cara a lo que viene, valoró: "Ahora tenemos un parate que puede servir y mucho respecto al tiempo de trabajo. Nos va a permitir recuperar a Briasco y poner a punto a Hurtado".