“Vamos a almorzar la última salsa con pollo que hizo mi abuela (estaba en su freezer) y estoy llorando porque nunca más voy a volver a comer salsa hecha por mi abuela Norma”, escribió una joven en su cuenta de "X". El mensaje conmovió a miles y rápidamente se volvió viral, alcanzando más de 600 mil visualizaciones, 36 mil likes y cientos de comentarios.
La publicación despertó una catarata de recuerdos y anécdotas sobre la comida casera de las abuelas, ese sabor único que marca la infancia de muchos: "Me pasa siempre que intento replicar una receta de mi abuela y no me sale; ella falleció sin enseñarme y lo intento en base a lo que recuerdo”, respondió una usuaria.
En este marco, otra confesó: “Si bien cocino parecido a mi abuela porque ella me enseñó, nunca volví a comer una salsa como la de ella, tenía ese no sé qué que la hacía espectacular”.
La autora del posteo aclaró que, a diferencia de otros casos, ella sí guarda todas las recetas de su abuela por escrito, lo que le permitirá mantener viva esa tradición familiar. Sin embargo, coincidió con otros usuarios en que “el sabor de las manos de las abuelas es irrepetible”.
Entre los cientos de mensajes, uno de los más tiernos sintetizó el sentimiento compartido: “Hay sabores que se convierten en recuerdos y son eternos. Trata de disfrutar cada bocado para que siempre sea un lugar feliz en tu imaginación”.
El posteo no solo fue un homenaje a Norma, sino también un recordatorio colectivo de que, más allá de los ingredientes, las abuelas cocinan con amor, y ese es el condimento que hace que sus platos sean imposibles de olvidar.