Por primera vez, familias afectadas marcharon directamente frente a la sede judicial a cargo de la jueza María del Rosario Rocca, en el marco del Día Mundial contra las Falsas Denuncias.
En la manifestación también asistió el abogado penalista Marcelo Peña, conocido por su lucha en esta causa de carácter simbólico y político, apunta a visibilizar lo que consideran fallas estructurales del sistema judicial bonaerense.
El caso de Rocca se volvió emblemático por acumulación de denuncias y cuestionamientos. Padres y madres la acusan de parcialidad, sesgo ideológico y decisiones que, según sostienen, perjudican el vínculo familiar.
Es preciso mencionar que, hay una frase suya en un taller del Colegio de Abogados de La Plata, donde admitió que “contra las falsas denuncias no se puede hacer nada”, generó fuerte repercusión mediática y escándalo institucional.
Entre los casos más conocidos figuran padres separados que denuncian decisiones arbitrarias sobre la tenencia de sus hijos, incluidos casos de sobreseimientos penales ignorados por la jueza y discriminación por orientación sexual. Estas situaciones reflejan, según los movilizados, un patrón de decisiones apresuradas o negligentes.
El reclamo no es solo contra Rocca, sino contra un sistema judicial sobrecargado y politizado. Actualmente, en La Plata hay ocho juzgados de familia, pero solo cuatro jueces en funciones, con un promedio de 3.000 expedientes anuales por magistrado, lo que aumenta la posibilidad de errores y decisiones ideológicas sobre evidencia.
Asimismo,a nivel nacional se discuten proyectos de ley para agravar las penas por denuncias falsas, mientras en Buenos Aires las familias denuncian que los mecanismos de control interno, como el Consejo de la Magistratura, actúan con lentitud o impunidad frente a irregularidades judiciales.
El Día Mundial contra las Falsas Denuncias, que surgió en Inglaterra, se replica este año en 17 provincias argentinas. Organizaciones como Infancia Compartida, No Más Hijos Rehenes y el Frente de Mujeres Argentinas acompañaron la protesta, mostrando que el reclamo trasciende fronteras políticas y apela al respeto del debido proceso y la presunción de inocencia.
Para los padres movilizados, Rocca representa la figura visible de un sistema que, en lugar de proteger a los más vulnerables, los convierte en rehenes de decisiones arbitrarias. Este 9 de septiembre, La Plata se convirtió en escenario de un grito por justicia: que los jueces cumplan la ley y no destruyan familias con la ligereza de una firma.