El stalkeo, la práctica de investigar la actividad de alguien en redes, es cada vez más difícil de lograr sin que las plataformas registren las visitas de los perfiles y se lo comuniquen a sus dueños. Sin embargo, la curiosidad y el gusto por el chisme siempre encuentran nuevas formas de evitar dejar huellas.
Un grupo de amigas muy astutas vieron una forma de eludir estos registros de actividad sospechosa creando una cuenta falsa y pensaron que lo mejor no era inventar un nombre y un apellido, sino algo más impersonal: un negocio.
Fue así que hicieron las cuentas de su emprendimiento ficticio e irrumpieron accidentalmente en el rubro culinario, con un inesperado éxito. "Hicimos una cuenta fake de empanadas para stalkear y ahora tenemos cuatro pedidos para mañana", contaron.
Inmediatamente, se pusieron manos a la obra para no decepcionar a sus clientes. Calentaron el aceite, repulgaron la masa y empezaron a despachar las empanadas.
"Por lo menos van a tener plata", bromeó un usuario. "Vine buscando el chisme y también me llevé una docena", le siguió otro.
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"Sltakeando, pero facturando", las felicitaron también. El insólito éxito de la cuenta esperanzó a más de uno y les hizo ganar varios elogios a las chicas.
"Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan", dijo alquien en referencia a la famosa frase de Shakira y haciendo alusión al stalkeo que siempre se vuelve tentador tras terminar una relación amorosa.
"El dinero y el trabajo viene a ustedes, aprovechen", terminaron alentándolas.
