La trama masona que atraviesa profundamente la identidad de la ciudad de La Plata sin duda es intrigante por los descubrimientos que aún quedan por hacer y por el potencial de investigación que supone todo el simbolismo oculto en la capital bonaerense.
Y, entre quienes se dedicaron a indagar en este campo, un platense tuvo un hallazgo sumamente privilegiado. Apasionado por los misterios y entusiasta de la aventura, Juan Soldi descubrió hace tiempo que su abuelo era un masón, y no cualquiera: Emilio Franck, el francmasón grado 33 que también era hincha y socio de Estudiantes.
Con este dato y movilizado por el espíritu aventurero de la historia de Robert Lois Stevenson, La Isla del Tesoro, empezó a indagar cada vez más en su historia familiar y las huellas del misterio masón. "Mi viejo me comentó que su abuelo había conocido al explorador más famoso de la tierra, el Coronel Percival Harrison Fawcett", contó a LaPlata1.com.
Así, inició un arduo trabajo de investigación y logró tener entre sus manos archivos sumamente prometedores: "Tengo las coordenadas arqueológicas de la antigua mina de oro Inca en la que Emilio Franck trabajó y explotó junto a su padre, Carlos", aseguró.
El descubrimiento no fue para menos. Soldi consideró que dar con ella "es como ganarse la lotería" y sostuvo que, junto a otro argentino-canadiense, intentarán llegar al botín. "Él, además, tiene el sueño de hacer un descubrimiento único antes de morir", compartió.
Pero emprender la aventura requiere grandes recursos y planificación, por lo que el pariente de Franck puso toda su fe en la comercialización de su libro Odisea Pelechuco, donde revela todos los detalles de su antepasado, sin duda, una figura histórica que emana un aura de secretos e incógnitas. Entre sus páginas, incluso, promete compartir pruebas del paradero del tesoro.
"Se puede afirmar que Emilio Franck es el Indiana Jones platense", destacó.
