Los denunciados prometían multiplicar el capital depositado en cuestión de meses utilizando supuestas operaciones financieras automatizadas.
Las cuentas en un principio mostraban el saldo positivo. Pero de un día para el otro el dinero se evaporó.
El denunciante había depositado 5.000 dólares y los perdió al poco tiempo.
Tras la denuncia aparecieron alrededor de 190 víctimas que comentaban haber pasado por el mismo accionar.
Los investigadores del caso sospechan que se trata de un esquema para seducir, exhibían lujos en redes sociales y utilizaban grupos exclusivos de WhatsApp y Telegram para sostener la mentira.

El fiscal interviniente evalúa congelar las cuentas y realizar allanamientos para que los responsables no puedan disponer del botín y continúen estafando usuarios.
Este caso quedó caratulado como “estafa reiterada y asociación ilícita” y cuenta con pruebas como chats, capturas de pantalla, publicaciones promocionales y domicilios que son vinculados con los acusados.





