El periodista y psicólogo Diego Sehinkman estuvo en el programa que conduce Mario Pergolini donde contó la forma en que se mezcla su profesión en su desempeño como terapeuta y se desató una discusión sobre los límites de la exposición pública en las sesiones de terapia.
El intercambio inició con la observación de Pergolini: “La terapia iba a ser tu forma de vida, no ser periodista”. Sehinkman respondió que ese cambio se produjo “hace 5, 6 años, donde cambió la ecuación”.
Al programa también fue invitada la periodista Valeria Sampedro, quien interrogó: “¿Vos tenés gente que te está mirando y que vos le diste algún tipo de consejo?”. Sehinkman admitió que son “cientos” las personas a las que tuvo en sesión.
Luego, Pergolini bromeó sobre la incomodidad de ver a un ex terapeuta en la pantalla chica: “Yo no sé si me gustaría ver por la televisión al que fue mi psicólogo”. Sehinkman respondió con humor desafiante: “Bueno chicos, ¿qué quieren que me vaya? si quieren me voy, me voy. No entiendo cuál es el problema”.
Luego Sampedro consultó si dejó pacientes debido al ingreso en el periodismo, a lo que Sehinkman afirmó que todavía tiene algunos pacientes y generó diferentes reacciones.
Por su parte, el psicólogo y columnista respondió acerca de la mezcla entre su vida profesional y visibilidad pública: “En el ascensor te dicen ‘che te vi ayer’, pero cuando llega el momento es su tiempo, su espacio y quiere que vos los ayudes a pensar cómo resolver los nudos o los problemas”, explicó.
Luego, respecto a la diferencia de la normativa clásica del psicoanálisis sobre la discreción del analista, y contrapuso los otros enfoques: “En otros enfoques, como la sistémica y la cognitiva, el analista puede ser una persona real y eventualmente dar un ejemplo sin pasarse de rosca”, cerró el intercambio, que mezcló cura, espectáculo y debate profesional.




