Como cada 16 de septiembre, este martes las calles de La Plata se convirtieron en escenario de memoria, lucha y homenaje, donde estudiantes de distintas escuelas secundarias marcharon para conmemorar los 49 años de La Noche de los Lápices. A su vez, participó el gobernador Axel Kicillof.
En el marco de la movilización, el mandatario descubrió una placa en la Plaza de la Identidad y la Memoria, ubicada frente al Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, en recuerdo de las víctimas y como símbolo de preservación de la memoria histórica.
La movilización fue convocada por la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y partió desde Plaza Olazábal (7 y 38), para recorrer las calles de la ciudad hasta llegar al Ministerio de Infraestructura de la provincia, en calle 7 entre 58 y 59.
Ese edificio no fue elegido al azar, ya que allí, el 5 de septiembre de 1975, cientos de estudiantes organizados habían marchado para exigir el boleto secundario, un derecho que marcaría para siempre la agenda del movimiento estudiantil.
El homenaje de este año volvió a poner en el centro de la escena a aquellos jóvenes que, durante varios días de septiembre de 1976, fueron secuestrados de sus casas por grupos de tareas integrados por fuerzas militares y policiales. Su militancia, en tiempos de represión feroz, tuvo como ejes la defensa de la educación pública, el acceso igualitario y la participación política.
Entre los participantes de la jornada estuvieron funcionarios municipales y provinciales, además de referentes de derechos humanos, organizaciones sociales y educativas. También se sumó el gobernador Axel Kicillof, quien caminó desde Plaza San Martín hasta el Ministerio de Infraestructura, acompañando a los estudiantes y reforzando el carácter institucional del compromiso con la memoria.
La Noche de los Lápices no es solo un recuerdo doloroso, es también una advertencia sobre los peligros del autoritarismo y una reafirmación de los valores democráticos. A 49 años, la memoria sigue viva en las calles, sostenida por nuevas generaciones que toman la posta y levantan las banderas de aquellos que ya no están.