En la localidad ubicada en la zona oeste de La Plata, prevalecen algunas historias parecen provenir de otro tiempo. Entre esos relatos, hay una mujer que recuerda a un viejo curandero que vivía en el barrio, pero provenía del interior y trajo consigo prácticas y ritos que ayudaron a mucha gente a sanar dolencias.
Según cuenta una vecina del barrio, llamada Eli Lugones, contó que había un hombre a quien describió como “común” que atendía a personas mayores y niños. Eli prefirió mantener su nombre en anonimato pero accedió a revelar que el hombre tuvo una visión que “lo marcó para siempre”.
Cuenta que el curandero, mientras trabajaba en un campo en Santiago del Estero (de donde provenía), tuvo una experiencia que lo dejó sin palabras: una luz y la figura de la Virgen María que le indicaban a dónde debía ir.
“Vaya a su casa que lo necesitan”, le dijeron, según la vecina que escuchó la historia muchas veces. Él sintió la urgencia y decidió seguir la señal. Al llegar, encontró a una mujer gravemente enferma, a quien el médico había dado por perdida. Según el relato, gracias a su intervención, la mujer empezó a mejorar días después.
Este tipo de historias, dice la vecina, no es un caso aislado. Muchos migrantes del interior, especialmente de Santiago del Estero y otras provincias, llevaron consigo prácticas de curandería, rituales y creencias que han sobrevivido entre vecinos que llegaron a Los Hornos.
“Es algo que viene de antes, de otros lugares, pero se mantiene aquí. Tiene que ver con curar el empacho pero también con otras cosas, del orden de lo espiritual”, sostuvo la vecina.
Además, mantuvo su rostro en anonimato por respeto al curandero que conoció pero mantiene viva su memoria a modo de tradición oral. Pese a que algunas personas toman con escepticismo, no pueden dejar de escuchar las anécdotas o de acudir a remedios similares a los que usaba el viejo curandero.
En Los Hornos, como en muchas otras partes de La Plata, los curanderos no buscan fama ni reconocimiento. su legado es la memoria que se mantiene latente de un barrio que ha visto en más de una oportunidad sanaciones milagrosas.




