Una falsa denuncia arruinó una vida: murió sin ver a su hija y su madre pelea por conocer a su nieta

Patricia Aragonés, madre y abuela, contó que la Justicia le niega ver a su única nieta pese a cumplir las exigencias del juzgado y luego de la trágica muerte de su hijo Lucas
Sociedad 25/09/2025 . Hora: 12:53
Una falsa denuncia arruinó una vida: murió sin ver a su hija y su madre pelea por conocer a su nieta

La periodista platense Mimi Dominici reveló en Diario Gran La Plata la desgarradora historia de Patricia Aragonés, madre y abuela, que se quebró al contar cómo la Justicia no solo le arrebató a su hijo Lucas, sino que hoy le niega el derecho a ver a su única nieta, a pesar de que cada mes paga la cuota alimentaria exigida por el juzgado.

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Lucas era un joven padre que amaba profundamente a su hija, vivía para ella. Sin embargo, su vida cambio de manera brutal cuando la madre de la niña, su ex pareja, le realizo una denuncia falsa por violencia de género. Nunca hubo pruebas, nunca se acredito nada, la denunciante no presentaba marcas, ni lesiones, ni certificados médicos, ni testigos. A pesar de eso, la justicia le dio la espalda a Lucas, como si una simple acusación bastara para destruir su vida.

Lo separaron de su hija sin ninguna evaluación seria, sin pruebas contundentes, sin escucharlo. Lo condenaron al peor de los castigos a la indiferencia del sistema. A partir de ese momento, Lucas comenzó a deteriorarse, dejo de comer, bajo drásticamente de peso y se dejo morir. Literalmente su única voluntad era volver a ver a su hija, lo decía una y otra vez, era su único pedido.

REINO DE LOS CHOCOLATES

Su salud se agravo, y en el último instante de lucidez, antes de que le colocaran el respirador, dijo el nombre de su hija. El medico sorprendido, pregunto si era el nombre de su pareja. Patricia, parada al lado de su hijo moribundo, apenas pudo responder “es su hija”. Esas fueron las ultimas palabras de Lucas. A los pocos días murió, lo mato una falsa denuncia. 

Patricia no tuvo tiempo de procesar el duelo. Con el corazón desgarrado, apenas había enterrado a su hijo cuando recibió en su casa una notificación judicial, la abogada de la madre de su nieta la intimaba a pagar la cuota alimentaria, si, la misma mujer que con su acusación destruyó la vida de Lucas, ahora la obligaba a pagar por una nieta a la que ni si quiera le permiten ver.

CADENA COOL

Esa abogada una letrada inescrupulosa, violenta y sin piedad, conocida por su actitud prepotente y manipuladora en los pasillos de tribunales, se presento en el juzgado para amedrentar a Patricia, una mujer mayor, jubilada, quebrada emocionalmente. No solo la maltrato, sino que la amenazo con ir por sus otros hijos sino pagaba.

Una amenaza despiadada, desprovista de toda humanidad, digna de quien no conoce la empatía ni el dolor ajeno. Una operadora legal sin alma.

Patricia vive con la jubilación mínima, su esposo quedó sin trabajo el año anterior, juntos hacen malabares para sobrevivir. Pero el miedo a perder a otro hijo, como ya perdió a Lucas, la empujo a pedir ayuda. Se endeudó, la familia entera junta cada mes el dinero para pagar la cuota alimentaria y las costas judiciales exigidas por esa abogada carroñera, que, en vez de buscar el bienestar de la menor, parece interesada únicamente en venganzas personales y dinero.

Lo más atroz de esta historia es que aun cumpliendo con los pagos, Patricia no puede ver a su nieta, no tiene contacto, ni fotos, ni visitas, solo la tristeza de saber que existe y no poder estar con ella y repite una y otra vez "mi nieta, es lo único que me queda de mi hijo en la tierra estar con ella, es estar un ratito más con él".

Todo esto sucede en el partido de 3 de febrero, Caseros, provincia de Buenos Aires, en pleno siglo XXI, en un país que dice defender los derechos humanos, que castiga sin pruebas a los hombres y revictimiza a las familias, permitiendo que los relatos sin sustento destruyan vidas enteras. La denuncia que arruino la vida de Lucas jamás se comprobó, sin embargo, la justicia, avanzo igual. Se violo el principio constitucional de igualdad ante la ley, ignorando que el relato no sustituya la evidencia. 

Durante toda la entrevista que llevó a cabo la periodista Mimi Dominici, Patricia no pudo contener el llanto, se quebró una y otra vez al recordad a su hijo, al relatar con la frialdad con la que fue tratada, al explicar como cada mes se le exige dinero, pero se le niega el afecto más básico, que es el contacto con su nieta.

La historia de Patricia no es un caso aislado, es el reflejo de un sistema que muchas veces deja desamparados a los verdaderos inocentes y les da poder a quienes usan las leyes como herramientas de venganza y de extorción económica. Mientras tanto, una madre y abuela sigue llorando la muerte de su hijo y espera, con el corazón en la mano, que alguien la escuche y la deje ver a su nieta.

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