El urbex es un actividad que se ha popularizado en los últimos años que consiste en la exploración y documentación de lugares abandonas. Quienes la practican buscan adrenalina, peligro o simplemente quieren participar de un paseo que los saque de la rutina.
Los coordinadores de grupos de este tipo de actividades cargan con una gran responsabilidad y uno de ellos emprendió su búsqueda a raíz de descubrir la actividad mientras atravesaba por un duro momento.
Zeypher Synarca es el líder de la comunidad Ghostlink Aeternum, todos sus integrantes utilizan un pseudònimo por seguridad y el proyecto nació de salidas en solitario alrededor de 2018.
“Al principio me mandaba solo”, cuenta el fundador en diálogo con LAPLATA1.com. Con el tiempo se sumaron nuevos integrantes y la idea mutó de una “salida social” a un colectivo 100% enfocado en el urbex.
Con este cambio también vino la incorporación de nuevas normas. La organización es casi militar: se estructuraron por zonas geográficas, rangos y niveles. “Nos organizamos por dificultad de urbex, títulos y responsabilidades. Hay siete niveles. Algunas salidas son nivel 1 (bajas), otras pueden acercarse al 4 y rozar lo ilegal, y las de 7 quedan solo como un sueño”, explica Synarca, quien acuñó dicho nombre por ser la cabeza del grupo.
“Muchos mantienen el anonimato por estética y por seguridad. adentro te podés presentar con un nombre de fantasía y ese te queda para la comunidad”. El título de Sinarca, aclara, es la cúspide jerárquica: “si yo me retiro, debo entregarlo a otra persona”.
Sobre La Plata, el colectivo no manda novatos: ya recorrieron varios sitios de la ciudad. Zeypher menciona que pasaron por el Centro Oncológico de Gonnet, y una antigua fábrica llamada Fasacal, de manteriales de construcción. “Hay lugares semiactivos donde ya no se puede entrar; nosotros fuimos una vez y vimos gente dentro, pero nos ignoraron”, cuenta.
“La gente busca romper la rutina, esa emoción real”, afirma Zeipher y destaca que muchas veces se resume al gusto de la gente por “jugar con fuego”. Además, menciona que lo visual es un aspecto importante en el grupo y que miran el estilo Tech wear de Europa. Es una estética que buscan incorporar en la comunidad, a través de uniformes y parques para señalar los rangos. Por este motivo, en las fotos también son protagonistas los que participan. La intención es que lo visual del explorador sea parte de la experiencia, no solo del hallazgo.
El sinarca también se preocupa por la seguridad de los grupos que tiene a su cargo, por lo que insiste en los límites. Los niveles de alto riesgo corresponden a la “infiltración” (nivel 4 de 7) salvo cuando se cumple todo el protocolo. Priorizan la seguridad y evitan todo conflicto por respeto a las personas que puedan vivir en esos espacios. Cabe aclarar que en estos casos se envía un grupo reducido de personas expertas para hacer un relevo previo antes de arribar al lugar con el grupo.
El perfil típico de quienes forman parte del grupo es de jóvenes de 18 a 27 años, con algunos participantes de hasta 40; todos pasan por una jerarquía de formación antes de entrar a sitios peligrosos.
Tambièn, Zeypher comentó cuál es su sueño de expedición: hacer urbex en el Baikonur en Kazajistán, una base militar alquilada por el gobierno. Mientras que en La Plata, los anhelos apuntan a la vieja usina de Isla Paulino.
Para quienes quieran sumarse, la advertencia es simple: hay requisitos, formación y responsabilidad. Para quienes cumplan con los requisitos, estarán dispuestos a abrir el grupo realizando y los pueden encontrar a través de su red social Instagram Ghostlink Aeternum.