En la cámara de diputados Bonaerenses, ingresó un proyecto para pedir al Congreso de la Nación que modifique el Código Electoral Nacional, con el objetivo de permitir la venta de alcohol y la realización de eventos culturales durante la veda electoral.
Se trata de una iniciativa de la diputada bonaerense perteneciente al bloque UCR+Cambio Federal, Alejandra Lordén, y se propone un cambio sobre la Ley 19945/1972 (Código Electoral Nacional) en el artículo 71 incisos b y c. En dicha norma se prohíbe la apertura de sitios gastronómicos dedicados a vender alcohol y los espectáculos populares al aire libre o en recintos cerrados durante la jornada electoral.
Al respecto, la legisladora afirma que “la restricción de la prohibición de realizar actos estrictamente culturales no solo es innecesaria, sino también negativa para la sociedad y la prohibición que alcanza al rubro gastronómico le genera un perjuicio económico”.
Luego, en el mismo texto, afirma que muchos comercios bajaron las persianas aunque no correspondiera en los recientes comicios de la Provincia de Buenos Aires. “Por una cuestión de costumbre, gran parte de los comercios cerraron sus puertas en virtud de las prohibiciones previstas en la ley electoral nacional, aun cuando dicha normativa no resultaba aplicable en esta oportunidad”, sostuvo.
Por ello, se propone modificar este comportamiento en el “inconsciente colectivo” a través de “reformar, en primer término, la Ley Nacional 19.945 -que contiene restricciones más amplias- y, en un segundo paso, adecuar la normativa provincial”.
En ese sentido, rescató que las restricciones fueron planteadas para evitar disturbios como la venta ambulante o la actividad de comerciantes en las inmediaciones de locales partidarios. Sin embargo, afirmó que algunas de las prohibiciones fueron “concebidas en un momento histórico muy distintos y hoy generan consecuencias negativas“.
“La prohibición de actividades culturales constituye un menoscabo para la ciudadanía. La cultura no debe ser entendida como un factor perturbador del acto electoral, sino como un derecho humano reconocido internacionalmente y un espacio de encuentro, reflexión y cohesión social. Restringir su ejercicio en una jornada democrática resulta contradictorio, ya que priva a la población de instancias de participación, expresión y recreación que fortalecen el tejido comunitario”, justificó Lordén.
Luego señaló que dicha norma perjudica a los comercios en un marco de la crisis que atraviesa el sector gastronómico: “Restaurantes, bares, confiterías y servicios de catering ven reducida su actividad en un día de alta demanda potencial, sin que exista evidencia de que esta medida contribuya de manera efectiva a la transparencia o a la seguridad del proceso electoral”.
“Por eso, este proyecto impulsa su revisión para adecuar nuestra normativa electoral a los valores democráticos y a la realidad social y económica actual”, finalizó.