Morena Rial se encuentra detenida en el penal N°51 de Magdalena, y la mediática inició una medida de protesta en reclamo a sus supuestos problemas psicológicos
La joven de 25 años se encuentra en la cárcel desde que se le revocó la excarcelación el 29 de septiembre por incumplir varias condiciones impuestas por la Justicia. Cabe señalar que es por la causa en la que se la acusa de integrar una banda que robaba en viviendas del partido de San Isidro.
El abogado Martín Leiro, uno de sus representantes, contó que Rial no está comiendo, apenas toma agua y que atraviesa un delicado cuadro emocional. Al respecto, el letrado afirmó que More “está en un apartado, con una cama de hormigón y un colchón ignífugo”. Además, contó que le llevó comida, ropa y que la acompañó cuatro horas.
Cabe recordar que Leiro compartió una carta escrita a mano por su defendida, titulada “Yo, More Rial, comunico”, en la que la hija de Jorge Rial detalló su situación actual y quiso desmentir versiones sobre su estado y su hijo Mateo.
En la misma, dio a conocer su intención de “solucionar la situación lo antes posible” y “demostrar la intención de estar mejor”. Y aclaró que no pidió que su hijo la visite en el penal: “Mis abogados están gestionando videollamadas con él. No es que no lo quiera ver, sino que este no es el ámbito que quiero para él”.
Por su parte, su otro abogado y amigo, Alejandro Cipolla, había manifestado en las últimas horas que la joven “no quiso comer, está sumamente triste y extraña todo”. Además, sostuvo que Morena “tiene una personalidad autodestructiva” y que desde septiembre “arrastraba un problema psiquiátrico” que habría incidido en su estado actual.
El abogado detalló que al llegar al penal la encontró “conmocionada y en llanto” tras mantener una comunicación con su padre. “Ella no tiene acceso a un celular, como el resto de las detenidas, pero le facilitaron un teléfono para hablar con Jorge Rial. Me dijo: ‘Es la primera vez que hablo con papá desde que me trasladaron’”, contó.
Respecto a su estado psicológico, More continúa en tratamiento y recibiendo sesiones ya que su entorno manifiesta que le hace bien. El letrado también comparó las condiciones actuales de reclusión con las que la joven tuvo en la comisaría donde permaneció antes del traslado: “En la Séptima tenía un ámbito más abierto, con televisión, baño más digno y posibilidad de recibir visitas. Ahora se enfrenta a lo que significa realmente estar privada de la libertad”.
Finalmente, detallaron que la influencer se encuentra “en un proceso de adaptación” y que su estado anímico “es frágil pero controlado”.




