El Museo del Louvre, uno de los más emblemáticos del mundo, fue escenario este domingo de un espectacular robo en el que tres ladrones encapuchados se llevaron nueve joyas pertenecientes a Napoleón Bonaparte y a la emperatriz Eugenia. El hecho ocurrió por la mañana, cuando el edificio aún no estaba abierto al público, y provocó el cierre temporal de sus puertas.
Según los primeros informes, los delincuentes ingresaron por una ventana que da al río Sena, aprovechando los trabajos de restauración que se realizan en esa zona del museo. Poco después, el Louvre comunicó que suspendía su actividad.
De acuerdo con las autoridades, los asaltantes utilizaron un montacargas para acceder directamente a la Galería de Apolo, donde se encontraban expuestas las joyas. El ministro del Interior, Laurent Núñez, afirmó que el robo duró apenas siete minutos y que las piezas sustraídas tienen “un valor patrimonial e histórico inestimable”.
Entre los objetos robados se encuentran un collar, un broche y una diadema. Por fortuna, el famoso Régent (el diamante más grande de la colección, de más de 140 quilates) no fue sustraído. Sin embargo, una de las coronas de la emperatriz Eugenia fue hallada más tarde en los alrededores del museo, dañada tras la huida.
Testigos informaron que los ladrones llegaron al lugar en moto, rompieron los vidrios de la galería y escaparon en el mismo vehículo antes de que el personal de seguridad pudiera advertir la falta de las piezas. Las autoridades confirmaron que no hubo heridos durante el operativo y evacuaron el museo para preservar las pruebas.
“Está claro que estamos ante Arsène Lupin. Hasta ahora, ha sido un guion cinematográfico. Cuesta imaginar que sea tan fácil robar en el Louvre”, expresó el alcalde de París, Ariel Weil, visiblemente sorprendido por la facilidad con que los delincuentes ejecutaron el robo.
De esta manera, se han sustraído nueve piezas entre las que se encuentran diferentes collares, broches y tiaras pertenecientes a las vitrinas de Napoleón y la Emperatriz. Las autoridades francesas han activado un amplio dispositivo policial mientras las investigaciones prosiguen. Hasta el momento, una de las joyas sustraídas, aparentemente de la corona de la emperatriz Eugenia, ha podido ser recuperada después de que se le cayera a los ladrones en su fuga.
El Louvre, que recibe más de ocho millones de visitantes al año, ha sido escenario de varios robos a lo largo de su historia. El más recordado ocurrió en 1911, cuando la Mona Lisa fue sustraída por un ex empleado del museo. Más de un siglo después, el museo vuelve a enfrentar un golpe a su seguridad, en un hecho que ya conmociona al mundo del arte y la cultura.





