El empresario y financista Federico “Fred” Machado brindó declaraciones antes de ser extraditado a Estados unidos por lavado de activos y narcotráfico, donde dio una serie de nombres, advertencias y revelaciones que vinculan al ejecutivo.
Según la crónica publicada en GPS por la periodista Caro Fernández, el detenido lanzó fuertes declaraciones que salpican a lo más alto del poder político y empresarial: “Si hablo, se cae el país".
De esta manera, Machado pronunció los nombres de José Luis Espert, Patricia Bullrich, Alberto Weretilneck, Claudio Cicarelli y Santiago Caputo, el estratega del gobierno libertario.
Fred Machado fue parte de un circuito financiero que mezclaba aviones, campañas electorales y capitales turbios. “Vendió más de 50 aeronaves en Argentina”, detalla Fernández, citando a compradores como el Grupo Neuss, el Grupo Frávega, Ricardo Fort y Sergio Mastropietro, este último vinculado a MACAIR, la aerolínea de la familia Macri.
También menciona una triangulación millonaria entre empresas de Machado, Transportes El Nacional y los aportes a la campaña presidencial de Patricia Bullrich en 2023. Según los registros citados, al menos 215.000 dólares habrían fluido hacia la candidata a través de una ingeniería financiera diseñada para borrar rastros.
Señala un entramado de lavado de dinero con ramificaciones políticas, detrás de la sociedad Eco Friendly, constituida por Claudio Cicarelli, primo y presunto testaferro de Machado, y la propia Roncero.
La conductora de Splendid AM 990, reconstruye la llegada de “Fred” en Argentina, que fue en 12016, durante el gobierno de Mauricio Macri. Su expansión coincidió con la gestión de Patricia Bullrich como ministra de Seguridad y el poder de Mastropietro en la aviación civil. La periodista escribe que ese contexto “le permitió operar dentro del sistema aeronáutico argentino con respaldo local y acceso a infraestructura clave”.
En ese mismo período, según la Fernández, Machado conoció a Espert. Lo acompañó en la campaña de 2019 y lo financió generosamente. Pero la relación terminó mal. “Espert no tendría que haberme negado”, repitió una y otra vez, mientras rompía un documento frente a Fernández. “Una sola persona tiene ese contrato”, agregó antes de destruirlo.
Luego afirma haber tratado de contactarse con el Santiago Caputo para lanzar una advertencia: “Le dije: ‘Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana’”. Sin embargo, no recibió respuesta.
En su provincia natal, tuvo una fuerte repercusión. Alberto Weretilneck, gobernador de Río Negro, negó cualquier vínculo con Machado, pero el empresario lo desmintió categóricamente. La cronista detalla que Claudio Cicarelli, socio y presunto testaferro de Machado, fue empleado del bloque oficialista provincial y beneficiario de licencias mineras otorgadas por la Secretaría de Energía, a cargo de Andrea Confini, pareja del gobernador.
La conexión se extiende hasta el gobierno nacional. Hernán Núñez, funcionario del Ministerio de Capital Humano, figura como socio de Cicarelli en Gold and Sand, empresa que obtuvo tierras fiscales y permisos de explotación minera. Según la periodista, la candidata libertaria Lorena Villaverde, actual pareja de Cicarelli, es el nexo que une a Machado con el oficialismo de Javier Milei.
De acuerdo con Fernández, que presenció el momento en que fue llevado detenido, una camioneta azul se detuvo frente a la casa de Viedma. Policías con chalecos antibalas forman un círculo. Machado abraza a sus perros y le dice a la periodista: “Gracias por todo”.
“No se fugó porque no quiso, o porque tenía un pacto que no cumplieron”, reflexiona Fernández, mientras señala la amenaza que dejó Machado al entorno del oficialismo: “Si hablo, se cae el país”.
“El río Negro, hoy más negro que nunca, develará más de un entramado nacional y provincial. El sol no se tapa con la mano, y esta no será la excepción”, finaliza la periodista.