Desbarataron un plan de “masacre escolar” tras un allanamiento realizado en una vivienda en el barrio porteño Caballito, donde detuvieron a un adolescente de 16 años con armas de fuego, “molotovs” y un plan para realizar el atentado en su colegio durante el mes de noviembre.
La investigación inició a raíz de un informe del FBI remitido a la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), a cargo de Horacio Azzolin. La misma era por la declaración de intenciones que dio un usuario en una red social que movilizó el alerta servicio de inteligencia estadounidense.
De esta manera, se puso en marcha el Policía Federal Argentina (PFA), supervisado por el Ministerio de Seguridad Nacional. De esta manera, el Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) de la PFA identificó al autor: un joven de 16 años con domicilio sobre la avenida Juan Bautista Alberdi.
Fanático Nazi
Además, la pesquisa realizada hacia el menor de edad arrojó que mostraba una "marcada admiración por el régimen nacionalsocialista nazi" y "glorificaba a distintos atacantes múltiples".
Tras el operativo, se secuestró un arsenal de elementos compuesto por varias réplicas de armas de fuego (pistolas, un revólver y un subfusil); Dos cuchillos, municiones, gas pimienta y botellas tipo "molotov"; y una carta de despedida ante un posible suicidio.
Además, se encontró una réplica del subfusil que llevaba inscripciones de nombres de reconocidos tiradores en masa, como Brenton Tarrant (Nueva Zelanda), Anders Breivik (Noruega) y Rafael Solich (alias “Pan Triste”), autor de la masacre de Carmen de Patagones.

Plan de ataque
De acuerdo con un escrito del propio adolescente, el Plan debía ejecutarse en noviembre. Iniciaba con la amenaza de amenaza en un shopping cercano al colegio para crear una distracción. Luego, ingresaría al establecimiento simulando ser policía, aislaría a los alumnos en las aulas y ejecutaría el tiroteo.
Finalmente, el menor de edad quedó a disposición de la Justicia, que ordenó su traslado al Cuerpo Médico Forense para una evaluación psiquiátrica. La causa fue caratulada como "Intimidación pública".





