Una familia del exclusivo barrio privado Grand Bell, en City Bell, fue sancionada con una multa de un millón y medio de pesos y la prohibición permanente de ingreso al lugar, luego de que un grupo de adolescentes invitados a un cumpleaños jugara al tradicional “ring raje”, tocando timbres y corriendo entre las casas del country.
Lo que en la mayoría de los barrios podría considerarse una simple travesura infantil, se convirtió en una falta grave para la administración del country, que decidió aplicar una sanción ejemplificadora. La medida, sin embargo, generó polémica entre los propios vecinos, quienes cuestionaron la severidad de la resolución y denunciaron una doble vara frente a otras infracciones similares que no recibieron castigos tan duros.
Según trascendió, los adolescentes involucrados, de entre 11 y 15 años, ya habían protagonizado otros incidentes en el barrio, como ingresar en viviendas ajenas, generar ruidos molestos y circular en monopatín, actividades que están expresamente prohibidas por el reglamento interno del country.
La administración del Grand Bell defendió la decisión al sostener que el objetivo es mantener la convivencia y el respeto entre los vecinos, mientras que varias familias consideraron que se trató de una reacción desmedida ante una conducta propia de la edad.




