Estudiantes volvió a perder y si bien todavía tiene posibilidades de clasificar a playoff, la situación es compleja y la suerte para Eduardo Domínguez parece estar echada pase lo que pase. Es que si bien el "Pincha" puede festejar mañana si se producen algunos resultados que le permitan mantenerse en zona de clasificación, a la vez, el partido de hoy ante Argentinos Juniors no hizo más que ratificar la decisión que parte de la dirigencia ya viene meditando: cortar su vínculo.
"Es difícil de analizar lo que pasó hoy. Hay que hacerlo por dos caminos diferentes. Vamos a esperar a mañana a ver qué pasa. En principio hay que tener la tranquilidad de ver si lo dimos todo. Hay que esperar a los partidos de mañana para ver si continuar o no", aseguró en primer lugar, en el inicio de la conferencia, con una voz que dejaba en claro que estaba golpeado.
"Hay que ver lo que quiere el club. No depende de uno. Nunca depende de uno", añadió después, visiblemente molesto, trasladándole la pelota a la dirigencia, que será la que tome la decisión frente a la postura que asumió nuevamente el DT. "Mi continuidad depende de la institución y de la visión que tengan para el futuro. No me vuelve loco la incertidumbre", se despachó.
Acto seguido, en el marco de las disputas que viene teniendo con el periodismo, lanzó otro dardo que pareció apuntar hacia los medios y también hacia la dirigencia. "Me dijeron que tenía que seguir cinco años y a los dos meses me querían cortar la cabeza. Ustedes saben lo que pasó y miran mucho para otro lado", atacó. "Ya me quisieron sacar este año", recordó.
Finalmente, frente a las consultas por sus errores y fundamentalmente en torno a las contrataciones que se hicieron en el último mercado de pases, explicó: "Creo que la gran inversión fue cuando llegó Cristian Medina. El resto no fueron grandes". Fue una afirmación que generó sorpresas, porque el entrenador evitó hacerse cargo de otros nombres y tampoco asumió responsabilidades por los futbolistas que no han rendido.