Desde el momento en que Estudiantes tomó envión en los playoff y se convirtió en serio candidato para consagrarse campeón, y mucho más después de los dos títulos, se sabía que no sería nada sencilla la resolución contractual del futuro de Eduardo Domínguez. Y a tres días de finalizar formalmente el 2025, esa afirmación queda a la vista y hoy el devenir del entrenador albirrojo está lleno de interrogantes. Al menos, ya se descartó de plano una posibilidad que nunca fue concreta: que el entrenador se marche a Brasil.
Sucede que al "Barba" se lo había vinculado en las últimas horas con el campeón reciente de la Copa Libertadores, Flamengo, justamente el verdugo del "León", pero ya se anunció la continuidad de Filipe Luis. Anteriormente, también se lo había ligado a Boca Juniors, aunque también es un hecho que seguirá Claudio Ubeda, por ello, ya hay dos opciones que no corren. Y es que en definitiva la dilatación del anuncio de Estudiantes no tiene que ver con competidores, sino con cuestiones internas a resolver.
Es decir, la decisión depende estrictamente del DT y obviamente de lo que pueda ofrecerle el club, en el marco de esta ardua negociación que se viene dando hace días. Incluso, vale recordarlo, las charlas comenzaron antes de la segunda final, con Platense, cuando los directivos comenzaron a reunirse y le trasladaron vía Marcos Angeleri la propuesta formal de renovación a Domínguez. Ese es el primer punto central: la continuidad de "Mambrú", hombre de absoluta confianza del técnico.
El secretario técnico fue clave para su arribo y también lo será para su eventual continuidad, por eso, no hay Domínguez sin Angeleri, como el propio "Barba" advirtió desde el balcón del palacio municipal. Eso no afectará las funciones de Agustín Alayes, pero sí explica a la vez que el DT no querrá estar apartado de las decisiones que tome la cúpula de fútbol para este mercado de pases, ya que con el tramo final del equipo el entrenador se ganó otra vez la potestad para seguir teniendo voz y voto en las contrataciones.
A ello se le suma que si bien Domínguez tiene claro que será un año de reestructuración para acomodar las arcas, al mismo tiempo, no dejará que el plantel se desarme íntegramente y buscará tener certezas de cuántos futbolistas se irán y de quiénes llegarán. Todas estas cuestiones, en definitiva, son las que dilatan la respuesta de un técnico que asimismo ahora pedirá dos temporadas de contrato esta vez, y como agregado, una cláusula que implique un resarcimiento en caso de que el club quiera cortar el vínculo antes.
¿Cuándo se espera una respuesta? Aunque es un hecho que el plantel recién regresará a los trabajos el 7 de enero, en City Bell, está claro también que el club pretenderá cerrar el 2025 con este asunto finiquitado, por ello, estos tres días que restan para la culminación del año asoman como claves para ajustar los detalles centrales finales. Incluso, toda negociación en curso, ya sea por posibles arribos o partidas, en parte está supeditada a lo que ocurra con el entrenador, quien se ha ganado el derecho para ponerse firme y está haciendo valer esa situación.