El gobernador de Florida, Rick Scott, volvió a pedir a la población del estado que evacúe y se instale en lugares seguros. "Se nos está acabando el tiempo", afirmó, ante la llegada inminente del huracán Irma.
"Podemos reconstruir sus casas pero no la vida de las personas. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros", insistió.
Además, expresó: "Estamos haciendo lo posible para enfrentar las consecuencias. Es un huracán catastrófico". Y resaltó algunas recomendaciones para la gente: "Tienen que tener agua, alimentos y las medicinas que necesiten".
Scott también dijo que se están acondicionando nuevos refugios pero que se necesitan más voluntarios.
Por estas horas, el poderoso huracán Irma continúa golpeando con violencia el Caribe, destruyendo a su paso casas, forzando la evacuación de miles de personas y hasta ahora dejó al menos 19 muertos, mientras se encamina hacia Estados Unidos.
Cuatro personas murieron en las Islas Vírgenes estadounidenses, dijo un portavoz del Gobierno, y un hospital sufrió graves daños por el feroz viento.
Barbuda, donde murió una persona, quedó reducida a "escombros", según el primer ministro Gaston Browne. En el territorio británico de ultramar de Anguila otra persona falleció y hubo severos daños en el hospital y el aeropuerto, así como en los servicios eléctrico y telefónico, dijeron funcionarios de los servicios de emergencia.