Cuando el Tribunal Oral N°2 de Quilmes dijo "perpetua" hubo un alivio entre la familia del ex combatiente de Malvinas, Héctor Jesús Barraza (52). Su ex mujer, Estela del Valle Figueroa (46), fue condenada a la máxima pena, acusada de "homicidio agravado con el concurso premeditado de dos o más personas en carácter de coautores".
La misma suerte corrió Javier Ponce Luque (28), su cómplice y nueva pareja al momento del homicidio, señalado como quien golpeó en la cabeza a Barraza y lo encerró en el baúl de su auto para prenderlo fuego. Néstor "Sal Fina" Jara (26) fue considerado "partícipe secundario" y sentenciado a 10 años.
"La condena es muy cercana a lo que la fiscalía entendía que se podía probar. La participación secundaria de Jara era una de las posibilidades, porque fue quien facilitó el acceso al lugar donde cometieron el crimen", analizó Sebastián Videla, el fiscal del juicio. Y aclaró: "Lo más importante, lo que más coincidencias tenía con la prueba, era todo el armado de Figueroa para planear el homicidio. Ella era la que conocía del dinero de la víctima, la que simuló la reconciliación ante todo el mundo, incluso se lo hizo creer a él. Su nuevo novio, Ponce Luque, entendemos que fue el autor material del hecho, pero en complicidad y coautoría".
Para la familia de Barraza, la condena "traerá un poco de paz". Para ellos, la mujer planeó el homicidio para quedarse con el dinero de una pensión que recibió Héctor, por haber combatido en Malvinas. "Es lo que esperábamos. Mi hermano y mi madre, que también falleció en medio de este dolor después de lo que hicieron a su hijo, van a poder descansar en paz. Tras la condena, Figueroa se burlaba de nosotros, se reía, nos hacía caras. Eso nos llenó de impotencia, pero al menos nos quedamos tranquilos de saber que van a pagar por lo que hicieron", dijo Rosa Barraza, hermana de Héctor.
Al juicio llegó una cuarta imputada, la hermana de Javier Ponce Luque, Daiana. Según el testimonio de la familia, ella estuvo al menos dos noches durmiendo en la casa de Héctor, haciéndose pasar por la pareja de Javier Ponce Luque, para generar el engaño que derivó en el homicidio. Toda esa trama no pudo ser probada, por lo que fue absuelta.
"Lo único que nos genera dudas es lo de Daiana. Cuando la liberaron, nos vino a decir que ella no había tenido nada que ver. Pero después de que la absolvió el tribunal, se burló, nos hizo gestos. Si no tuvo nada que ver ¿qué hizo ahí esos días?", cuestionó Micaela, la sobrina de la víctima.
El 16 de enero de 2014 vieron a Héctor Barraza por última vez. Su auto apareció calcinado tres días después en un campo de plantación de soja, en calle 517 y La Trilla, en el centro agrícola de El Pato, en Berazategui, al sureste del GBA.
El ex combatiente de Malvinas murió asfixiado: su cuerpo quedó carbonizado en el baúl de su auto. En julio, detuvieron a Jara, Ponce Luque y Figueroa a través de escuchas telefónicas en las que hablaban del homicidio. Poco después a Daiana Ponce Luque, que fue liberada ayer.
