El Intendente K de Ensenada, Mario Secco, protagonizó ayer un escandaloso episodio cuando irrumpió en la sesión de la legislatura bonaerense e increpó al Presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca.
El Jefe Comunal subió al palco donde estaba el sillón del presidente, algo que quedó filmado en distintos videos. La justicia comenzó una investigación para evaluar si hubo delito.
Por ese accionar, el intendente peronista fue denunciado penalmente por intimidación pública desde la presidencia del cuerpo, lo que motivó el inicio de una investigación en la Justicia.
En la causa intervino el fiscal platense Juan Cruz Condomí Alcorta por disposición del Fiscal General Héctor Vogliolo.
El ingreso de esta patota y la suspensión de la sesión causaron un gran revuelo dentro del ejecutivo provincial.
Los funcionarios entienden que se trató de un hecho gravísimo ya que se utilizó la violencia para impedir el normal funcionamiento de las instituciones democráticas. Y, por si fuera poco, atacando al Presidente de la Cámara, a quien Mario Secco le entregó cartuchos de metal.
En ese sentido, afirman que se traspasó un límite muy peligroso, donde la república puede quedar subordinada al uso de la fuerza. Romper una sesión, desde el punto de vista institucional, implica una fuerte lesión al mandato popular.
Es por esta razón que algunos evalúan la intervención del Municipio de Ensenada, algo que no es sencillo por el espíritu fuertemente autonomista que tiene el marco jurídico argentino.
Pero esa idea pasa por la cabeza de muchos miembros del gobierno. Lo que si está claro es que la relación entre Secco y la Provincia terminó de romperse definitivamente.
