Prometía ser el gran evento de la temporada: se vendieron más de cuatro mil entradas y los encargados recaudaron alrededor de 15 millones de pesos, pero la fiesta nunca se realizó.
Por su parte el intendente Martín Yeza, hizo la denuncia ante la Justicia. Lo que llama la atención es que el "Pinamar Summer Festival" no contaba con habilitación municipal, pero se había hecho años anteriores; en otras palabras, no era una novedad.
Martin Yeza, el intendente de la Comuna, publicó en sus redes sociales "Recién hice la denuncia penal en la fiscalía de Pinamar a cargo de Calderón. Ahora deberían acercarse para ofrecer testimonios y pruebas", cargando de esta manera la responsabilidad en los chicos que perdieron su dinero.
El Festival, finalmente no se realizó pero sí la estafa millonaria. El evento se había promocionado en redes sociales y flyers, pero aún así el Municipio no evitó que miles de chicos resultaran perjudicados económicamente. De esta manera, la respuesta oficial de las autoridades evidencia una grave falencia a la hora de controlar y prevenir este tipo de situaciones, con la peligrosidad que puede implicar la realización de fiestas clandestinas y sin las medidas de seguridad correspondientes.
Si bien ahora el Municipio se convierte en demandante, permitió que los organizadores de este festival recaudaran una suma millonaria de dinero, a costa de jóvenes que fueron estafados.
Quienes organizaban el evento, embolsaron una acaudalada cantidad de plata con la venta anticipada de entradas que llegaron a un valor de hasta mil pesos. Sin embargo, los tickets que se entregaban, expresaban que su valor era de sólo uno.
Si este festival se había realizado con anterioridad, no contaba con habilitación municipal, ofrecía un servicio de transporte que tampoco existía parece poco probable que la Municipalidad de Pinamar y las autoridades no estuvieran enteradas de lo que ocurría.
En total eran cuatro fiestas, de las cuales no se realizó ni una. El primero de esta tanda de eventos se iba a realizar en el parador Gente de Pinamar, en la localidad de Ostende el 17 de enero.
Asimismo hubo un intento de pasar la fiesta al Casino de Valeria del Mar en la ruta 11, donde tampoco contaban con ningún tipo de habilitación para un evento de esas características. Fue en ese momento que los Bomberos de la Costa y la policía actuaron de oficio impidiendo que se realicen las fiestas. A pesar de la denuncia y de que se haya evitado una fiesta que no contaba con la habilitación ni las medidas de seguridad correspondientes, los organizadores no les devolvieron el dinero a los jóvenes, haciendo de todo una gran estafa.
