Los tarifazos y un dólar que se disparó por días. Paritarias sin cerrar y marchas por despidos cada vez más multitudinarias. El gobierno nacional está pasando los peores meses de su gestión y el peronismo, por primera vez, le está sacando provecho y se está fortaleciendo.
atrás, bajo la consigna "no nos une el amor sino el espanto", el movimiento político que reivindica el gobierno de Juan Domingo Perón comenzó a aglutinarse machacando los errores del macrismo y dejando de lado las diferencias insalvables que lo llevaron a perder todo el poder que mantuvo por décadas allá por 2015.
El peronismo está de pie. Cada vez más. Los carpetazos y citaciones de la justicia están empezando a perder ese poder de fuego en la sociedad producto de una profunda crisis social que no logra contener. Las críticas con nombre y apellido hacia Cambiemos lograron colarse en medios de comunicación donde antes no eran protagonistas.
Es cierto, para octubre de 2019 falta más de un año y si hay algo que Cambiemos ha demostrado es saber dar vuelta la realidad en días. Un claro ejemplo es el dólar: lo bajó de $23,30 a casi $21 en cuestión de horas. Y logró que el dólar, noticia inevitable, se mostrara de otra forma.
De la misma manera que está claro que para las presidenciales hay un largo camino, también es cierto que el oficialismo, muy probablemente pierda espacios de poder que el peronismo recuperará. Y aquí comienza la otra disputa: ¿Quiénes serán los encargados o encargadas de capitalizar esos espacios? ¿Quiénes encabezarán las listas?
El jueves pasado se lanzó el Frente Gremial Regional en el auditorio Luz y Fuerza de la ciudad. Su representatividad engloba a La Plata, Berisso y Ensenada. Camioneros, Uthgra, Suteba, la Unión Ferroviaria, los bancarios, Adulp, el sindicato de canillitas, concejales platenses del Frente para la Victoria – Unidad Ciudadana y el Pj, diputados, presidentes del Pj de La Plata y Berisso y hasta el intendente Mario Secco participaron del acto. Cantaron la marcha peronista y pidieron la liberación de Lula Da Silva. Hicieron hincapié en la unidad, recordaron que aún "no los han vencido". Se mostraron. Asomaron.
En la misma semana, dirigentes de la región participaron del pedido de los intendentes, principalmente del conurbano, hacia la gobernadora María Eugenia Vidal para que la seguridad la manejen los municipios, ya que consideran que la Provincia no controla la situación. El acto también lo hicieron en La Plata. Lo encabezaron Martín Insaurralde y Verónica Magario. Él, de Lomas de Zamora, ella de La Matanza. Miden bien, la gente los conoce; los medios los atacan. Representan el poco poder que aún posee el peronismo y por el cual buscarán ampliar sus horizontes en la provincia.
Se paran desde otro lugar, les toca ser gobierno también por lo que las disputas las focalizan en lo difícil que es gestionar una ciudad sin los fondos necesarios y sin el apoyo, al menos institucional, de la Provincia. Se muestran fortalecidos. En estos tres años de Cambiemos, lograron mantener en alto las banderas del amplio peronismo y saben que ahora tienen grandes posibilidades de ser "ellos" los que encabecen las listas.
Lo cierto es que se hablan entre todos. El diálogo no está cerrado. El peronismo se está posicionando, sabiendo que de cara al 2019, como se presenta hasta ahora el panorama, traerá vientos de cambios. La ciudad de las diagonales será el escenario y uno de los lugares de mayor disputa de poder.
