La Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto de Financiamiento Productivo, iniciativa que obtuvo 158 votos a favor y 70 en contra y que era esperada por el Gobierno.
La ley establece que en las relaciones comerciales entre una PyME y una empresa de gran tamaño sean obligatorias las Facturas de Crédito Electrónicas y optativas entre PyMEs. Se trata de un título ejecutivo electrónico que representa bienes o servicios entregados y no pagados. En rigor, transforma a las facturas comerciales en títulos ejecutivos que les imponen una obligación jurídica a las empresas.
Hoy las Pymes deben aceptar condiciones de pago a 90 y hasta 120 días luego de entregados sus bienes y servicios a las grandes firmas. Con la nueva ley del mercado de capitales una vez entregado el bien o servicio y emitida la factura, el deudor tiene 15 días para pagarla o entregar un cheque. De esta manera se terminará con el crédito comercial que quedaba en la mayoría de los casos a favor de la gran empresa.
En caso de no cumplir con el pago, la Afip convertirá esa factura en un valor negociable en el mercado argentino de valores: a partir de la ley el riesgo crediticio de la factura no sera de la Pyme sino del deudor. Esto le permite a las pequeñas firmas acceder a un crédito a tasas más competitivas.
Por otra parte, la iniciativa inyecta más fondos a las pymes a través de las letras hipotecarias y pólizas de seguro ajustables por CER.