Todo apunta a que agosto se transforme en el peor mes del año en materia inflacionaria. Por el aumento de precios regulados como energía y transporte, además de la nafta, se esperaba un piso cercano al 3%. Pero luego de una primera quincena que tuvo fuertes aumentos ahora la expectativa es que en realidad llegue al 4% respecto del nivel de julio.
La consultora Elypsis fue una de las primeras en advertir este fenómeno. Uno de sus directores, Gabriel Zelpo, señaló que entre los productos que más están aumentando fuera de los precios regulados se encuentran algunos que tienen un alto impacto en la canasta básica. Uno de ellos es la carne, que venía aumentando menos que la inflación promedio. También lácteos y finalmente el aceite, uno de los productos más dolarizados.
"Por el tema de la sequía primero y luego las inundaciones, muchos productores habían acelerado la faena de animales. Pero ahora están reteniendo más porque las condiciones mejoraron y es la época de engorde. El resultado es una caída de la oferta y el consiguiente impacto en los precios de la carne", señaló.
Algo similar sucede con los lácteos. Los precios de los alimentos habían aumentado 4% en el índice que elabora el Indec en julio, mientras que la inflación se había ubicado en 3,1%. Según Zelpo, recién en noviembre podría producirse un alivio significativo en los índices inflacionarios (más cerca del 2%).
La persistente inflación y el aumento de agosto están generando una revisión generalizada por parte de los analistas económica. Mientras que hace pocas semanas el consenso era un aumento de 31,8% para el año, ahora las estimaciones se ubican cerca de 34%. Y no sería extraño que se sigan revisando al alza hasta llegar al 35 por ciento.