Los gremios del transporte público, vitales para la contundencia de un paro nacional, confirmaron su adhesión a la medida convocada por la CGT para el 25 a pesar de algunos intentos del Gobierno por disuadirlos. Fue a instancias de un acuerdo sellado la semana pasada entre los colectiveros de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y los maquinistas de trenes de La Fraternidad, que funcionan en tándem en casi todas las instancias deliberativas de la central.
Aunque la participación de los gremios de la CGT en una medida dispuesta por su conducción debería ser apenas un trámite, en el caso de los transportistas pasa a ser el principal desvelo. Sobre todo porque la huelga del 18 de diciembre pasado, la tercera contra Mauricio Macri, fue un fracaso por la decisión de la UTA de prestar servicios ese día y de La Fraternidad de correr algunos trenes pasadas varias horas del inicio de la acción.
Cuando promediaba la semana hubo contactos entre Omar Maturano, jefe de los maquinistas, y Roberto Fernández y Mario Caligari, números uno y dos de la UTA, respectivamente. Los dirigentes, que conocen al detalle el carácter estratégico de sus sindicatos y el antecedente de diciembre pasado, mantuvieron hasta ahora el misterio sobre su determinación final y recién al finalizar la semana le hicieron saber a este diario que serán activos en la huelga y que lo darán a conocer formalmente como adhesión.
Antes de la ratificación al menos tres funcionarios de primera línea habían desplegado intentos por seducir a los gremialistas. El más activo fue el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, que llamó en varias ocasiones a Fernández y a Maturano con argumentos que iban desde la necesidad de apuntalar al Gobierno en un momento de debilidad política hasta la inminencia del debate por la reapertura de sus respectivas paritarias, cerradas en la primera etapa del año con aumentos en el rango oficial del 15 por ciento. También hubo llamadas telefónicas del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y del ahora secretario de Trabajo, Jorge Triaca, en todos los casos infructuosas.
La huelga, sin embargo, tendrá carácter oficial recién este jueves, una vez confirmada por el Consejo Directivo de la CGT, que se reunirá a las 15. Es que su convocatoria corrió por cuenta de un plenario de secretarios generales que tiene carácter consultivo pero no resolutivo. El lunes pasado, en una reunión en el gremio estatal UPCN, la mesa chica de la CGT (con el triunvirato y representantes de grupos como los "gordos", los "independientes" y los exaliados de Hugo Moyano) confirmó que el paro será el 25 y por 24 horas, frente a algunos planteos por adelantarlo e incluso adicionarle una protesta callejera.