Existe un consenso de que una posible recuperación económica (salida de la recesión) no se va a percibir antes de las elecciones. Pero al menos el gobierno intentará que hacia octubre la mayoría de los casilleros de la economía ye tengan un color verde, y no un rojo intenso como ahora.
Aunque esos casilleros verdes todavía no se sientan en la calle, por lo menos generará la esperanza de hay un futuro que se aclara. También le servirá mediaticamente al gobierno, que actualmente debe padecer semana a semana informes negativos del INDEC en todos los campos (salario real, pobreza, actividad económica, desempleo, etc.).
El gobierno se jugará las fichas a dos objetivos: será un papá noel en el sector público, dando "regalos" (paritarias) en un nivel superior al esperado: los docentes universitarios, por ejemplo, están cerca de aceptar la propuesta oficial. Y lo mismo ocurrió en la Provincia de Buenos Aires. La AUH, como se sabe, tendrá un aumento que rozará el 50% en el año, sensiblemente mayor a la inflación esperada. Y los jubilados no se quedarán atrás: por la actual fórmula de movilidad, posiblemente le ganen por 10 puntos a la inflación.
Es un fuerte cambio respecto a 2018 cuando tenía los bolsillos cocidos. Estos incrementos del sector público (más las nuevas paritarias que se vayan cerrando en el sector privado) deberían pegarle de lleno al consumo (rubro actualmente muy castigado) y motorizar al comercio minorista, el sector que más viene cayendo en los últimos 5 meses según el INDEC.
La otra pata de este plan a contrarreloj tiene que ver con la estabilidad cambiaria (un dólar tranqui) y con una política monetaria contractiva. Por lo tanto, no habrá mucho margen para el descenso de la tasa de interés de referencia. A diferencia del comercio minorista, la industria manufacturera deberá "bancar los trapos" en los próximos meses.
En las últimas horas, sorprendió el optimismo de Orlando Ferreres, un consultor económico de mucho prestigio: según sus proyecciones, la economía ya tocó piso y tendrá un crecimiento del 3% en el tercer trimestre y un 6% en el último trimestre del 2019.
Es decir: quien gane las elecciones 2019 arrancará su gestión con una economía en expansión, algo que todavía nos parece demasiado lejano.
