No hace falta que lo digamos: pero la muerte de una mascota puede ser igual de cruel o más cruel que el fallecimiento de alguno de nuestros familiares.
Y para todos aquellos que no creen que el amor que sentimos por nuestros compañeros de vida sea tan grande, la ciencia se pone de nuestro lado.
Según la psicóloga Julia Axelrod, en un entrevista para Shared, la pérdida de una mascota "conduce a una gran interrupción en la rutina diaria de alguien, a veces más que la pérdida de seres queridos humanos. Tienes que programar tu día alrededor de tu perro y, de repente, perder todo ese orden puede hacer que una persona se sienta completamente perdida".
Además, según la especialista, "la compañía de nuestras mascotas hacen que el cuerpo libere hormonas y sustancias químicas que nos hacen sentir conectados a ellos. Por lo tanto, al morir también desaparecen esas sensación de bienestar".
Si pasaste por un momento así de difícil en el último tiempo, la recomendación es que no debemos apresurar el proceso del duelo y tomarnos el tiempo necesario para superar la pérdida.
