Los gatos son animales que no a todas las personas les agradan. Pero nos atrevemos a destacar una frase: "si no te gustan los gatos, es porque nunca tuviste".
La independencia de estas mascotas es proporcional a lo mimosos que pueden llegar a ser con sus dueños. Si bien, algunos podrán pensar que son ariscos, según un estudio, los felinos son el reflejo de la personalidad de sus dueños.
De acuerdo a Lauren Finka, una de las investigadoras, "muchas personas consideran sus animales domésticos como miembros de la familia y forman lazos sociales estrechos con ellos. Es muy posible que los animales domésticos puedan ser afectados por la manera en que interactuamos con ellos y los tratamos. Ambos factores se ve influenciados por nuestras diferencias de personalidad".
En este sentido, el estudio reveló que los dueños de estos animales con un mayor nivel de neuroticismo tenían gatos con "problemas de comportamiento" (agresividad, ansiedad y miedo, por ejemplo) o comportamientos relacionados con el estrés, además de exceso de peso.
Además, se demostró que las personas extrovertidas tenían mayor probabilidad de tener animales que aprovechaban más la libertad fuera de casa, mientras que los participantes que aparentaban ser más agradables estaban más satisfechos con sus mascotas.
¿Coincidís?