Las exportaciones de acero y aluminio desde Brasil y la Argentina hacia los Estados Unidos volverán a ser gravadas con tarifas. Así lo anunció Donald Trump este lunes, en dos mensajes escritos en la red social Twitter.
Allí argumentó que las devaluaciones del real brasileño y el peso argentino afecta los intereses de los agricultores norteamericanos.
Según escribió, Brasil y Argentina han estado devaluando 'masivamente' sus monedas, por lo que tomó la medida con 'inmediata' entrada en vigor.
Además, instó a la Reserva Federal a actuar para que las economías de otros países 'ya no se aprovechen del dólar fuerte', ya que 'esto hace que sea muy difícil para nuestros fabricantes y agricultores exportar sus productos de manera justa'.
En marzo de 2018, el gobierno de Trump había sacudido el tablero comercial cuando anunció los aranceles de 25% al acero y 10% al aluminio, en lo que era el inicio de un enfrentamiento arancelario con China. Sin embargo, la Casa Blanca anunció dos semanas después una extensión para Argentina, Australia, Brasil, Corea del Sur y la Unión Europea.
Según celebró Trump en otro mensaje, la bolsa de Nueva York subió 21% desde que impuso los aranceles, y aseguró que parte del dinero ingresado es destinado a los agricultores que se ven afectados por la guerra comercial.
Para lograr la exclusión a dicha medida, el gobierno de Mauricio Macri había argumentado que sus importaciones representan solo el 0,6% de las totales estadounidenses y entre los países de origen de las importaciones de acero ocupa el puesto 26. El caso es más perjudicial para Brasil, que a datos de 2018 representaba el 13% de las importaciones norteamericanas de acero.
Estados Unidos importa 20 millones de toneladas al año, por 24.000 millones de dólares, lo que lo hace el mayor comprador del mundo, según los datos del ministerio alemán de Economía.