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Según un grupo de investigadores, se encontraron propiedades en la cerveza que podrían ayudar a combatir la obesidad y mejorar el sueño. En este sentido, las investigaciones sugieren que las cervezas más fuertes, como la trpel, kriekenbier y Hoegaarden, tienen bacterias buenas parecidas a las del yogurth.
En el caso de las cervezas convencionales, lo que ocurre es que se fermentan una vez antes de ser embotelladas, pero este tipo de cervezas europeas se fermentan dos veces: una vez en la cervecería y otra vez en la botella; esta última da el sabor tan específico que tienen.
Según asegura el profesor Eric Claassen, investigador de la Universidad de Ámsterdam, "tenés una cerveza más fuerte que es muy, muy saludable. No queremos dar a las personas una licencia para beber más cerveza. Quienes abogamos por la buena salud sabemos que es muy difícil para las personas detenerse a la primera".
A pesar de los hallazgos, no es recomendable ingerir cerveza en altas cantidades pues, como lo indica Eric Claassen, beber en exceso es perjudicial para la salud.
