El gobierno de Fernández decidió no hacer una política de shock y tratar de corregir la macro con el menor costo social y económico.
En cierta forma, no hay una ruptura total con el final del gobierno macrista: sigue habiendo preocupación por lo fiscal y reafirmación de la importancia de cumplir con los obligaciones para no caer en default.
Desde hace muchos años Argentina tiene importantes desequilibrios. La rivalidad gradualismo o shock hace alusión a la forma (o velocidad) de resolverlos. Prat Gay pudo ser gradualista porque podía endeudarse. Eso le daba tiempo. Guzmán no tiene esa posibilidad. Por eso, decidió un gradualismo basado en la suba de impuestos.
Por otro lado, Guzmán logró convencer a Alberto Fernández de que la indexación de las jubilaciones iba a ser muy costosa para el Estado. Se trata de una decisión de alto costo político, pero que el gobierno está transitando con bastante eficacia. Posiblemente una decisión similar de Macri hubiera causado una conmoción social similar a la de diciembre de 2017.
Allí es donde aparece la "salsa peronista". Alberto tiene un mayor margen de acción para tomar medidas antipopulares. También se puede dar el lujo de pedirle "moderación" a la CGT a la hora de exigir aumentos paritarios.
Recién en dos o tres meses podremos ver si estos shocks de ingreso puntuales (Tarjeta Alimentaria, bono a los jubilados y AUH, y aumento de suma fija a los trabajadores privados) tiene una repercusión positiva en la actividad económica. Al menos para cambiar la tendencia y las expectativas. Todo esto bajo el supuesto de que la inflación no recrudezca, temor cada vez más creciente en Alberto Fernández y que se plasma en las declaraciones públicas contra supermercadistas.
Pero esta intención de activar el consumo no debe confundir los objetivos del 2020 para el gobierno. Guzmán y Fernández lo dejaron claro: el objetivo fundamental es solucionar los vencimientos de deuda y dar un sendero de sustentabilidad en el programa financiero. No caer en default. Que la Argentina no salga del mapa y pueda en un corto plazo volver al mercado sin estigmas.
Para un plan de crecimiento habrá que esperar algún tiempo más. Primero lo primero.