Estar encerrados en casa durante tantos días puede ser muy difícil tanto para los adultos como para los niños. Cambiar de hábitos, rutinas y ritmos puede ser más perjudicial para la salud de lo que pensamos.
Así lo asegura un estudio publicado en el portal Psychology Today, que sostiene que lo mejor que pueden hacer los padres de hijos únicos es 'brindarles estructuras sólidas y una variedad de actividades para que se mantengan en un buen estado mental'.
Por eso, se recomienda que los padres les propongan actividades como cantar, bailar, hacer ejercicios, disfrazarse, o lo que se les ocurra para estimular a los pequeños y divertirlos.
Por el momento no se sabe a ciencia cierta si el confinamiento tendrá efectos secundarios en las personalidades de los niños, pero los expertos aseguran que no hay por qué preocuparse y coinciden en que es bueno que los niños se aburran: así se conocen sus gustos, aprenden a lidiar con sus frustraciones y a sobrellevar el tiempo bajo su propia percepción.
