De acuerdo a una investigación desarrollada por la Universidad de Stanford, la voz materna es capaz de despertar áreas neurológicas que son necesarias para desarrollar adecuadamente las habilidades sociales y el bienestar emocional de los niños.
En este estudio se demostró que la voz de una madre es capaz de activar distintas áreas en el cerebro que se relacionan con el desarrollo cognitivo y emocional de los hijos.
Además, se llegó a la conclusión de que la voz de una madre puede involucrarse directamente en el procesamiento de emociones, en la capacidad de relacionarnos con el exterior y en la habilidad de reconocer a aquellas personas que nos resultan familiares, afirman los investigadores.
El resultado demostró que cada vez que escuchaban el sonido de su voz (aunque fuera a través de palabras sin sentido), se activaban zonas del cerebro relacionadas con las emociones.
