Los Simuladores due una serie argentina que se transmitió desde 2002 hasta principios de 2004 por Telefé, escrita y dirigida por Damián Szifrón (nominado al Óscar por Relatos Salvajes), y protagonizada por Martín Seefeld, Alejandro Fiore, Diego Peretti y el platense Federico D'elía. Ganó varios premios Martín Fierro y tuvo reversiones en varios países cómo Rusia, México, Chile y España (donde también actuó D'elía).
El ciudadano de La Plata, Federico D'elíano fue sólo el protagonista de la serie, sino que también la generó y produjo desde el comienzo, junto a los otros 3 actores y el director.
LA IMPORTANCIA DE LOS SIMULADORES
Los Simuladores se destacó por tratar temas tan controversiales como importantes, que los demás programas esquivaban o no lograban abordarlos de la mejor manera. Por ejemplo, el bullying, en el episodio "El joven vengador".
Un capítulo remarcable fue el tercero de la segunda temporada, que relata el miedo de un hombre a caer en la tentación y engañar a su mujer. Este capítulo denuncia, de forma sutil e inteligente, la hipersexualización que sufre la mujer en nuestra sociedad y las presiones del mundo moderno al hombre adulto. Todo esto hace 20 años atrás.
Otro ejemplo de esto es el llamado "Debilitador social", capítulo el cual, para muchos fanáticos, es considerado el mejor de la serie. Durante la hora que dura el programa, trata temáticas importantísimas cómo la anorexia o la bulimia, pero también realiza una excelente crítica al sistema que impone modelos de belleza inalcanzables y así provoca la ansiedad de las personas que quieren (y necesitan) seguir estos modelos, para poder ser aceptadas.
¿POR QUÉ ES LA MEJOR SERIE ARGENTINA?
Esta serie nació en plena crisis del 2001, desde sus comienzos tuvieron problemas con el presupuesto. De hecho, al principio tuvieron que poner plata ellos mismos para que el proyecto de lleve adelante, que luego Telefé devolvió. Federico D'elía contó vía Twitter (@fededelia1) que incluso al final cobraron su sueldo en patacones.
En este contexto, Los Simuladores eran un grupo de gente que realizaba los operativos más extravagantes y complicados para arreglar los problemas más cotidianos y mundanos, que ninguna organización o institución contemplaba. Es decir, en un momento en el que todo el pueblo argentino había perdido su fé en la clase política, este programa nos brindó un grupo de héroes casi anónimos que arreglaban los problemas que tenemos vos y yo.
En fin, un programa hecho casi sin presupuesto que retrató a la perfección la idiosincrasia argentina, que representó fielmente un período oscuro de la historia de nuestro país y que nos recordó que a la gente sólo la ayuda la gente, todo esto a la vez que entretenía al pueblo en un tiempo difícil de digerir.
Disculpe, ¿fuego tiene?.