En las últimas horas, una joven llamada Luna Britez, oriunda de la localidad bonaerense de Moreno, contó en su cuenta de Facebook la aberrante situación que le tocó vivir cuando, al salir del trabajo, pidió un UBER y nada fue como esperaba.
"El viernes 11/09 salí tarde del trabajo, a las 20:15, pedí un Uber, para ir tranquila a casa. Yo salí cansada y no me había fijado el número de la patente, ni nada ( no sé de modelos de autos ) solo sabía que era de color gris. En lo que salía de la guardia el chofer me dice 'Luna', si le digo, subo y me pregunta ¿a dónde vamos?, yo le dije que ya le había dado la dirección adonde iba", comenzó diciendo.
Luego relató el infierno que vivió en ese viaje: "En ese momento recibí una llamada de un número desconocido atiendo y me dice: Luna soy Fernando estoy afuera de la guardia, el Uber que pediste. Yo asustada le digo ¿pero cómo si yo ya me subí al auto. Entonces me dice que no sabe en qué auto me subí. Corté el llamado y le mandé mensaje a mi hermana contándole lo que me estaba pasando, prendí la ubicación de mi celular y le pregunté al chofer: ¿vos sos Fernando el del Uber?. No, me responde, le volví a preguntar y en lo que de vuelta se queda callado, le dije que pare, que me quería bajar, le dije por favor que me quería ir a casa y me bajó la traba del seguro de atrás".
Por otro lado, Luna contó: "Reaccioné pateando todo el auto por dentro y el forro no paró! Hice un escándalo, rompí el asiento, él me pegaba con la mano derecha, gritando 'CALLATE HIJA DE MIL PUTA' y subió el volumen de la música. Ya sentía que no podía hacer nada, me sentía muerta, con miles de cosas en la cabeza, yo solo quería darle un abrazo a mi mamá y lloraba desesperadamente".
Afortunadamente, el auto que viajaba detrás de ella se dio cuenta de la situación: "Este hombre (si se lo puede llamar así) pega un frenazo, me tiro arriba de él con mis cosas y abrí la puerta como pude. Me tiró al piso cuando acelero, me caí y Cristobal (el hombre que me ayudó) juntó mis cosas que se cayeron, el hombre se fue y yo no pude hacer nada, ni Cristobal ni yo, quedé parada en la ruta con otro hombre desconocido".
Además relató cómo siguió esta aberrante historia: "Pude llegar a casa, no me pasó nada, entre a mi casa y no la solté a mi mamá, casi la mató de un infarto. Le dije que me moría por poder darle un beso, decirle que la amo y que me perdone. Me pude calmar, no dormí del miedo y los nervios".
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