Dahiana Madrid, la enfermera que intentó en vano salvarle la vida a Diego Maradona, había declarado en dos oportunidades en el marco de la investigación que se sigue para establecer cómo fue la muerte.
Según el letrado que representa a la enfermera, el ex futbolista registraba 130-100 de presión arterial, 115 pulsaciones por minuto, alto para un paciente cardiaco, y no lo medicaron.
Rodolfo Baqué declaro, en este sentido: "No queremos que sea como el perejil del Caso Dalmasso o la Beatriz Michelini del Caso García Belsunce que estuvo ocho años dando vueltas por la Justicia para terminar absuelta", dijo en diálogo con C5N.
Además adelantó que por voluntad de Maradona, con respaldo del llamado "entorno", Madrid no controlaba la salud de Diego: "Ella entra a trabajar un viernes diez días antes de la muerte de Diego Maradona. El lunes siguiente ello lo acompaña al baño y el paciente le pide que se vaya, que no esté más con él. Sólo le daba las pastillas que le indicaba la psiquiatra. Nunca más lo revisó. Cumplía con esa tarea de lunes a viernes y se iba a su casa. Dalma, Gianinna y Jana lo sabía".
