Un padre platense lleva cuatro años luchando para poder ver a sus hijos. La historia de Diego se remonta al 2016 cuando comenzaron las primeras denuncias en su contra por parte de su ex pareja.
Desde aquel momento, ha tenido que afrontar una larga lucha judicial para romper el impedimento de contacto con sus pequeños. Inclusive estuvo detenido un par de meses.
El padre desmintió todas las acusaciones y aseguró a LAPLATA1.com que su único objetivo es poder ver a sus hijos.
Los episodios conflictivos fueron muchos. El de mayor gravedad ocurrió a mediados del 2019 cuando la madre aseguró que su hija había sido secuestrada. La menor fue hallada a 6 cuadras de la casa de Diego. Minutos después, la mujer reconoció que su hija se había escapado de la casa para ver a su papá.
Desde ese momento comenzó una “odisea psicológica” para los tres chicos. De hecho, una de las pequeñas tuvo tres intentos de autoeliminación. Uno de ellos ocurrió en la escuela cuando intentó clavarse una tijera en la panza.
Diego teme por la vida de su hija. Pero la sucesión de denuncias y acusaciones le impiden el contacto con sus hijos de manera regular. En febrero había comenzado un proceso de revinculación pero la pandemia complicó el panorama. El problema, según cuenta, es que los juzgados de familia no cuentan con una fiscalía. Por lo tanto, no hay una posibilidad de defensa para el denunciado.
Fueron años muy dificiles para Diego. Dice que se sentía solo pues su familia de sangre no vive en La Plata. Durante todo este trascurso fue clave su novia, quien lo acompañó en cada instancia.
En los últimos días, el juez ordenó que los tres chicos queden al resguardo de su abuela materna.
“Se han narrado escenas de violencia reiteradas hacia los mismos por parte de su progenitora. A partir de la última internación de “K” (preservamos el nombre real de la menor), los mismos habrían quedado a cargo de su abuela materna, quien ya habría solicitado la guarda de sus nietos”, argumenta.
Y agrega: “Si bien en un primer momento se consideró oportuno que los niños continúen junto a su madre, actualmente y tomando como referente el informe social realizado, se pudo advertir que los niños se encontraron a gusto y contenidos por su abuela. Por tal motivo, y para lograr un reordenamiento más eficaz en un ambiente menos hostil sería oportuno otorgar la guarda provisoria de los tres niños a la señora “M”, reforzando por escrito puntualmente su compromiso relativo a la prosecución de las indicaciones profesionales respecto a los tratamientos de “K””.
Diego seguirá luchando por sus pequeños. Los próximos pasos judiciales serán claves. Lleva cuatro viendolos de manera interminente y no baja los brazos.
