Diego Molina fue el encargado de preparar a Diego Maradona en el ataúd y lo acompañó dentro del coche fúnebre desde el local de sepelios hasta Casa Rosada. Previamente, antes de cerrar el cajón, se retrató junto al féretro del Diez, y esas fotos salieron a la luz. Luego aparecieron otras que se tomaron Claudio Fernández y su hijo Sebastián (que por motivos de respeto y decoro profesional no fueron publicadas por este medio).
Molina fue inmediatamente despedido de la funeraria, a los pocos días hubo allanamiento y ahora empieza a cobrar volumen la causa. Según documentación judicial a la que accedió minutouno.com, tanto Molina como Claudio y Sebastián Fernández están imputados como coautores responsables de la divulgación pública de las fotos y deberán presentarse ante la Justicia para ser intimados el próximo viernes.
En relación a esta misma causa, Matías Morla y Yamil Castro fueron autorizados por la Justicia como abogados patrocinantes de Kitty Maradona, hermana de Diego.
