El Gobierno bonaerense modificó en las últimas horas su plan inicial de aislamiento para personas que regresen del exterior. La estadía en hoteles por cuatro días deberá ser a costo del viajero, como se había especificado en un principio, pero la medida comenzará a regir para las personas que salgan del país desde hoy. Quienes ya estaban afuera deberán aislarse en sus domicilios los siete días.
El Gobierno de Axel Kicillof terminó de definir anoche cómo sería su adecuación a la decisión administrativa nacional 643, que en su artículo 3 establece que las provincias y la Ciudad Autónoma deben establecer los lugares de aislamiento para viajeros que regresan del exterior, a costo de cada una de esas personas.
Luego de que ayer algunos funcionarios bonaerenses deslizaran la posibilidad de que la Provincia asumiera esos costos para quienes ya estaban afuera, los equipos legales y técnicos del Gobierno afinaron el lápiz y definieron que la medida, que implica aislarse en hoteles por cuatro días y luego tres en el domicilio particular, comenzara a regir desde este jueves 1 de julio.
Así, serán cuatro días en un hotel de la provincia de Buenos Aires, para lo cual el Gobierno bonaerense abrió un registro, y tres en su domicilio.
Alrededor de un 45% de las personas que viajan al exterior y reingresan al país viven en la provincia de Buenos Aires, por lo que se estima que a partir del nuevo cupo nacional de ingreso de 600 viajeros diarios, serán unos 270 los que se sumen por día al aislamiento en territorio bonaerense.
Cabe señalar que de las personas que llegaron al país hasta ahora, un 33% no cumplió con el aislamiento obligatorio en la provincia de Buenos Aires, según se desprende de los distintos operativos de fiscalización realizados vía llamado telefónico a los domicilios.
En tanto, el seguimiento de las personas se hará con equipos armados por el Ministerio de Salud provincial.
Las nuevas medidas, que implican la firma de un documento especial para los bonaerenses, se realizan en el marco de la estrategia nacional para impedir el ingreso de la variante de preocupación Delta, que provocó rebrotes en varios países de Europa.
