“Es difícil ser cristiano en la UNLP”: trans, la letra “e”, aborto, burlas y discusiones picantes en el aula

Universidad 12/07/2021 . Hora: 11:07
“Es difícil ser cristiano en la UNLP”: trans, la letra “e”, aborto, burlas y discusiones picantes en el aula

Leandro está en cuarto año del Profesorado de Educación Física de la UNLP y es integrante del movimiento “UNLP para Cristo”.

En diálogo con LAPLATA1.com, el joven reconoció la dificultad de ser cristiano y pasar por las aulas universitarias.

MLP

“He tenido algunos roces y rivalidades a la hora de charlar o compartir las diferentes creencias o posturas”, comienza su relato.

En ese sentido, indicó que existe una tendencia errónea en separar tajantemente la fe de la razón. Sin embargo, este grupo de cristianos evangélicos busca no quedar aislado. De allí surgió la idea de su nacimiento: nuclear a estas “islas” que concurren a las distintas facultades de la UNLP.

PROVINCIA OBRAS

“Trabajamos hace 3 años. Nos unimos a partir del debate por el aborto. Abrimos este movimiento universitario con la visión de querer levantarnos. Nos sentíamos sapos de otro pozo. En las facultades se fomenta el ateísmo y el agnosticismo. Y a veces uno lo siente muy chocante. Nos pasa lo mismo con la mirada feminista. Es difícil vivir o convivir con ese ambiente. Te sentís solo”, explica Leandro.

CADENA COOL

Hoy ya son casi 100 los alumnos que conforman “UNLP para Cristo”. “Se han burlado y se han reído, pero muchos otros conocieron el mensaje de Dios y de Jesús gracias a nuestro trabajo. La idea es que este sea un lugar de apoyo y contención, pero también tenemos el objetivo de charlar con los chicos y sumar más integrantes”, aseguró.

Leandro recuerda, a su vez, lo que le ocurrió cuando cursaba la materia Sociología. La profesora estaba dando a Karl Marx y decía que “ya no tenía sentido creer en Dios”. Acto seguido, preguntó a los alumnos si alguno era religioso. Nadie levantó la mano; solo Leandro.

“Empezaron a hablar en contra de la iglesia y los pastores. Se generó un buen debate; ella decía que la biblia se contradecía”, agregó el joven cristiano. Fue una discusión con cierta tensión. Por supuesto Leandro quedó en completa soledad.

Pero no solo en las aulas se sienten “sapos de otro pozo” por sus creencias, sino que también en los comedores son mirados con extrañeza. “Cuando nos ponemos a orar y cerramos los ojos antes de comer, para el otro es algo extraño. Te miran raro”.

Tampoco es sencillo para ellos compatibilizar sus creencias con la necesidad de aprobar los exámenes o trabajos prácticos. Leandro cuenta que ellos están en desacuerdo con la legalización del aborto, el lenguaje inclusivo y el debate vinculado a las personas trans. “Hay dos sexos: hombre y mujer”, dice sin rodeos Leandro.

“Queremos estar firmes con nuestros valores. Siempre aconsejamos no titubear, pero es difícil ser cristiano en la universidad. Hay agrupaciones que nos apoyan como el Aule, Utopía, La Rodolfo Walsh. Y otros nos dicen que no perdamos el tiempo hablando acá de Dios y Jesús. Pero si ellos pegan afiches sobre política, ¿por qué nosotros no podemos hacerlo?”, concluye.

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