Diego Vallejo es profesor desde hace muchos años de matemática en la Facultad de Ingeniería. Pero no es un profesor más: se reinventó completamente a partir de la llegada de la pandemia y la necesidad de adaptar todo a modo virtual.
En diálogo con LAPLATA1.com, Diego cuenta cómo fue esa forzada adaptación: pasó del “trauma” a ser hoy un divulgador de la matemática en su canal de Youtube, que crece día a día.
“El cambio a la virtualidad tuvo un componente traumático. Durante el primer mes no sabía qué hacer. Siempre nos apoyábamos en elementos virtuales como grupos de Facebook, pero descansar solo en lo virtual fue todo un trauma. Lentamente fue aprendiendo a incorporar nuevos elementos a pesar de que yo trabajaba con Zoom en otros ambientes”, recuerda Diego de aquel marzo del 2020.
“Luego empecé a grabar esos encuentros por Zoom y colgarlos a Youtube. Y en agosto de 2020 se me ocurre la idea de crear directamente un canal para que cualquiera pudiera conectarse con la matemática y el aprendizaje. El aprendizaje no es solo lo racional, las emociones ayudan al aprendizaje. Si un alumno está en pánico, no va a poder rendir bien un examen de matemática”, explica.
Pero esa transición, insiste Diego, fue compleja: “Nos encontramos de la noche a la mañana con ésto y nos decían que en 15 días todo se resolvía. Y de repente ya pasó un año y medio, y seguimos en la virtualidad”.
¿Y los exámenes? Diego le dedicó mucho tiempo a entender de qué manera podía realizar los parciales. ¿Cómo asegurar que nadie se copiará a la distancia?
“Está la ilusión del examen presencial de que controlamos el entorno y el ambiente. Les impedimos utilizar celulares, creemos que con eso estamos midiendo el aprendizaje y la inteligencia del alumno, aunque sabemos que no es así. Pero con la pandemia esa idea se rompía. Entonces nos invitó a pensar a alumnos y docentes como un equipo conjunto de aprendizaje, y no los docentes como controladores del aprendizaje”, comenta.
La tasa de aprobación de su curso se mantiene en niveles parecidos a la pre-pandemia. Entiende que no hubo un “festival” de copias pero sí reconoce que “hay una sensación de que son menos los chicos que siguen el curso en el día a día”. “Se percibe un cansancio y desgaste, son muchas horas frente a la computadora”, agrega Diego.
Para este docente, las sensaciones son encontradas. Luego del trauma por la virtualidad le llegó el éxito en Youtube. Su canal no para de sumar nuevos adeptos.
“Quiero mantener la presencia de Youtube. El crecimiento fue muy importante, y ya estamos en más de 2 mil suscriptores. Me llegan comentarios de chicos de otras universidades y de varios países. Me tuve que reinventar a mí mismo. Por ejemplo, cómo combinar en una cuadro todos los elementos para que la clase tenga un sentido pedagógico y se puede aprovechar de la mejor manera”, reflexiona Diego a un año de haber comenzado con su propio canal.
