Siguen los ecos del matricidio que sacudió a La Plata. Todo ocurrió en 82 entre 12 y 12 bis.
Se trata del hombre de 41 años con trastorno de bipolaridad que decapitó a su propia madre y se entregó a la policía.
Cuando los agentes llegaron a la vivienda del horror, hallaron un panorama desolador: la mujer estaba sin vida y las paredes llenas de sangre.
Y también encontraron frases en las paredes: "No molestar: gracias totales a todas esas personas que me ayudaron. Perdón y disculpas mundiales, universales, galácticas. Sé que hay buenos seres humanos y muy buenas razas alienígenas que quieren ayudarme".
"Crear mi mundo, mi universo, mi anillo multiverso; mis deidades libres de religiones y libres de derecha e izquierda", había escrito en otro lugar de la vivienda.
"Zeus, Poseidón y Hades, dioses amigos", figuraba además en una de las paredes de su habitación; y "salmo 82: somos dioses en este juego (nos tienen dormidos); despierten, jueguen para mí, yo no quiero mentir; no me causa gracia nada", se leía en una caja de pizza.
Según las primeras informaciones, el hombre había estado internado en una clínica psiquiátrica pero había logrado escapar sin el alta médica.
