El juez de garantías finalmente ordenó la prisión preventiva para los nueve policías investigados por la muerte de Alejandro Martínez en San Clemente del Tuyú.
Tres de ellos (José Carlos Pereyra, Christian Rohr y Maximiliano Munche) enfrentan cargos por “homicidio triplemente agravado por alevosía, ensañamiento, por el concurso premeditado de más de dos personas y por haber cometido por miembros integrantes de una fuerza de seguridad”. En el caso de estas tres personas en caracter de coatores del delito.
Por su parte, el resto de los policías quedarán detenidos por el mismo delito pero en carácter de partícipes secundarios. Se trata de Laura Chiarullo, Evelyn Garófalo, Jaqueline Mansilla, Carla Cantarella, Sandro Mujica, Miguel Boulos.
En el caso de Carla Canterella se otorgó una morigeración y tendrá prisión domiciliaria con tobillera electrónica.
En el fallo, el juez afirma que estos policías podría entorpecer la investigación: “He de considerar entonces la influenciabilidad que pueden generar en la investigacion los imputados, a raíz de su condición de personal policial”.
“Otro indicio que avala el temperamento esgrimido resulta ser las múltiples versiones contradictorias efectuadas por el personal policial en torno a la muerte del ciudadano Martínez, siendo informado por el particular damnificado que la progenitora de la víctima al comunicarse con la Comisaría, fue informada que el mismo habría muerto de sobredosis en la calle”, agrega el fallo.
“Estos motivos resultan más que suficientes para presumir que los imputados, en caso de recuperar su libertad, intentaría eludir la acción de la justicia y/o entorpecer la investigación, frustrando de tal modo el camino a la averiguación de la verdad, el normal desarrollo del procedimiento y en definitiva, la aplicación de la ley”, se sostiene.
Cabe recordar que el requerimiento del fiscal se presentó a partir de las medidas de prueba incorporadas a la causa, especialmente las autopsias realizadas al cuerpo de Martínez, que indicaron que el hombre falleció como consecuencia de una "asfixia mecánica" y también que sufrió numerosos golpes en distintas partes del cuerpo.
La fiscalía tuvo en cuenta además que según registraron imágenes de cámaras de seguridad, al ser detenido y subido a un móvil policial el hombre no presentaba ninguna de las lesiones constatadas tras su muerte, en el interior de la seccional.
