El sábado, en UNO, no fue una jornada más para él. El delantero no sólo renovó su romance con el público albirrojo, en el comienzo de su tercer ciclo, sino que además se reencontró rápidamente con el gol, en lo que significó un momento muy emotivo para el artillero. El ex Boca, que optó por regresar a Argentina para estar cerca de su familia, no pudo ocultar sus sentimientos apenas convirtió y miró hacia al cielo en clara alusión a su mamá, recientemente fallecida. Entre el triunfo, el tanto para abrir el camino y la ovación que se llevó de la gente, Boselli tuvo un reestreno ideal.
"Lo primero que se me pasó por la cabeza fue la imagen de mi vieja, que hace poco falleció y sabía que desde arriba iba a estar contenta si metía un gol. Se me vino la cara de ella emocionada de la misma forma que me emocioné yo, cuando me tocó convertir", admitió casi al borde del llanto el goleador, en zona mixta. Boselli, que además compartió la jornada junto a su mujer, hijas y amigos, definió que "es difícil explicar en palabras lo que sintió" y nuevamente aprovechó para agradecerle a todos los hinchas por el cariño recibido.
"Fue un momento de mucha felicidad", resumió en declaraciones a la prensa, el hombre surgido en Boca que también demostró su vigencia más allá del gol. A sus 36 años, dejó en claro que todavía tiene mucho por dar y que podrá aportar jerarquía al ataque albirrojo. Es uno de los tantos delanteros "longevos" que tiene actualmente el fútbol argentino, en una fecha en donde también se destacó por ejemplo Gonzalo Bergessio (37) y también exhibieron su calidad Lisandro López y Marco Ruben. El tercer ciclo de Boselli comenzó decididamente con el pie derecho.