Noelia viaja todos los días a Recoleta para cumplir con sus funciones laborales. El pasado fin de semana decidió pedir un Uber para emprender el camino regreso a la ciudad, y nunca imaginó la situación que tuvo que vivir.
“Llamé a un Uber en Recoleta y me di cuenta que no agarró por la Autopista, que además está cerca de mi trabajo, es muy difícil no darse cuenta. Le di tiempo porque pensé que había un accidente, pero a los 15 minutos le dije que no era el camino, a lo que él afirmaba que sí”, relató en diálogo con LAPLATA1.com.
Y agregó: “me preguntaba si conocía a alguien en Buenos Aires, si tenía familiares, o si solamente tenía en La Plata. Si me veía con alguien. Me ponía nerviosa, me hablaba todo el tiempo”.
“Cuando iban 25 minutos de viaje, me mandó mensaje un conocido que vive en Buenos Aires para ver si había llegado bien. Le dije que me estaba dando muchas vueltas y coincidió conmigo que era ilógico el trayecto. Le repetí lo que pasaba al chofer, y cuando me vio muy nerviosa subió a la autopista; en la primera bajada, me dijo que era la que nos llevaba a La Plata, pero no, era la de Quilmes. Mi conocido notó la maniobra, me llamó, lo puse en altavoz, y dijo que estaba en tal calle, nombro el auto, y más datos para que siga el vehículo. Además, decía que estaba yendo la policía. El hombre frenó el auto, y me dijo que estaba perdido. Mi conocido le dijo por dónde agarrar, lo guio. Frenamos en una estación de servicio, me bajé y el hombre me dio su teléfono. Me habló el dueño del auto para que me subiera, diciéndome que estaba todo bien, que no me iba a pasar nada malo; que le pase el número de mi familia, y más. Me quedé ahí. En Bernal. Me auxiliaron, el chofer se quedó y me pidió que vuelva a subir, pero no lo hice”, recordó angustiada.
A lo que completó: “denuncié en Uber, pero no hubo caso, también en el camino me apareció una alerta marcándome que el conductor estaba yendo por un camino inusual; aparecía el número de emergencia 911 para apretar, y varios más para avisar ante la peligrosidad. Noté que el GPS le decía a la izquierda y él iba para el otro lado. No respetaba lo que le decía, y lo que más me preocupa es que sigue manejando, me asesoré que sea el mismo chofer, conseguí la patente, y quiero que se viralice porque está suelto. Le puede pasar a cualquiera. Era un viaje directo como para esquivar la autopista”.