Otra vez los micros de la ciudad volvieron a ser blanco de ataques vandálicos. En esta oportunidad, fue una unidad de la línea Norte la que recibió varios piedrazos que terminaron rompiendo los vidrios.
Ocurrió precisamente en Villa Castells, a la altura de 7 y 506, cuando un grupo de chicos atacaron al colectivo provocando la mencionada lluvia de cristales.
La buena noticia es que ninguno de los pasajeros sufrió lesiones, aunque el pánico generalizado estuvo presente durante el trayecto y una de las mujeres terminó con un pedazo de vidrio en el barbijo y en la zapatilla.
Según manifestaron fuentes del lugar, no es la primera vez que ocurre un hecho de estas características. “Días atrás, a la salida del Colegio San José, los chicos vieron cómo les tiraban piedras a los autos. En la parte donde están los monoblocks está terrible", relato un vecino de la zona.