En diciembre del año pasado, Juntos votó dividido los cambios a la ley de Vidal que limitaba las re-elecciones a dos periodos.
Solamente los diputados y senadores vidalistas rechazaron este acuerdo alcanzado por el Frente de Todos (con excepción del massismo) y el resto de Juntos. Fue una fractura fuerte al interior de PRO.
Ese trauma parecía superado pero la reforma en el sistema jubilatorio del BAPRO volvió a encender la mecha. Otra ley aprobada con el sello de Vidal. Y otra vez los vidalistas se niegan a dar marcha atrás con la reforma que aprobaron en diciembre del 2017 a pesar de las objeciones judiciales y de La Bancaria.
"No nos vamos a embarrar. A lo sumo se tendrá que tratar en las comisiones", le dijo a LAPLATA1.com una voz fuerte del vidalismo.
"Me sorprendió y me gustó. No lo esperaba", agregó sobre la "intervención" de Macri sobre este tema. El ex Presidente pidió que Juntos no dé marcha atrás con la reforma.
"No podemos borrar con el codo lo que aprobamos hace pocos años", sostuvo el dirigente vidalista, que reconoció que el tema ha quedado freezado por el momento. También se espera una postura más institucional de la Mesa de Juntos por el Cambio sobre este tema.
A las diferencias dentro del PRO, también se suma la mirada disidente de la UCR, que en este caso tiene voluntad de colaborar con Kicillof. Desde el vidalismo ven ésto con algún reproche: les recuerdan que ellos votaron a favor en el 2017. En el radicalismo, por su parte, aseguran que no quieren quedar pegados con un posible fallo de la Corte Suprema que declare inconstitucional la reforma original.
¿Puede haber entonces voto dividido dentro de Juntos? El dirigente vidalista no lo descarta, pero aseguró que harán todo lo posible para no repetir el voto fracturado de la "re-re".
